El Hulk iraní ya está recuperado, y ha regresado con energías renovadas para enfrentarse a los rivales que se atrevan a ponérsele delante.
Este curioso personaje que ostenta miles de seguidores en las redes sociales formaría parte de Bare Knuckle Fighting Championship (BKFC), la compañía de boxeo más sangrienta del mundo. Sin embargo, llegó agosto y no sólo no ocurrió nada, sino que además Sajad Gharibi se había alejado de las redes sociales, hasta esta semana.
Finalmente, el gigante persa emitió un comunicado en su cuenta de Instagram para aclarar qué fue lo que ocurrió y que hará en su futuro.
“Nunca debes rendirte; yo esta vez volví para vengarme de todos los que me invitaron a pelear, desde el Hulk brasileño hasta el polaco, que se arrepintió del desafío y se negó a luchar. Prometí no estar activo en ninguna de las redes sociales hasta la pelea», escribió.
Y luego añadió que participará en un combate mortal, «comenzaré oficialmente mi primera pelea con una organización en Alemania para fin de año”, sentenció.
De esta manera, dejó en claro que su ausencia en las luchas se debió a una decisión de sus rivales y no a algo personal. Ahora, volverá con todo a la espera de la confirmación de la fecha para un combate mortal: “Apoyándome en Dios y con todas mis fuerzas retomé mi entrenamiento y nunca pararé”.
También desveló que tuvo coronavirus, pero que ya se ha recuperado: «He derrotado al virus oscuro, ahora he vuelto más fuerte y no me detendrán».
El luchador iraní retó en marzo de 2019 al Hulk brasileño, Romario dos Santos Alves, quien comenzó en 2009 un proceso de transformación de su cuerpo para alcanzar los 104 kilos y 1,78 metros de altura.
«Sé valiente e invítame a luchar, haz algo más que esconderte detrás de tus patrocinadores, estoy listo para luchar contigo. Muéstrame en el ring lo que tienes para decir», publicó el Gharibi en aquel entonces.
Sajad Gharibi, que ostenta casi medio millón de seguidores en Instagram, pesa más de 175 kilos y mide 1,8 metros.
En julio de 2016 saltó a la fama al anunciar que se uniría al ejército para luchar contra el Estado Islámico, aunque finalmente no sucedió.