Ana Peleteiro (25 años – Riveira, La Coruña), ya tiene lo que tanto ansiaba. La gallega regaló a los españoles la séptima medalla en el casillero, pero no fue una cualquiera, sino una cargada de tesón y de una capacidad sublime de competir.
Porque los Juegos Olímpicos son para esto, para remontar adversidades, para romper límites. Y Peleteiro lo hizo, por dos veces, cuando se encontró en una final de auténticos aviones en el triple salto.
La venezolana Yulimar Rojas, una extraterrestre, se quedó a nueve centímetros del récord del mundo en el primer salto. La final apenas había comenzado y el oro ya se sabía suyo, pero esta ‘española de adopción’ (entrena en Guadalajara) quería mucho más. Y así logró el ansiado nuevo récord mundial, alejándolo en un tremendo salto hasta los 15,67 metros.
Y no fue el único escollo para la Española. La portuguesa Patricia Mamona dejó clara sus intenciones desde el arranque, con un soberbio salto que le colocaba en el segundo escalón: la primera de las mortales, y de ahí no se movió.
? El momento en que @apeleteirob lograba una marca de 14.87, que supone el séptimo metal para España en #Tokyo2020. ? #ElCorazónDeEspaña @atletismoRFEA pic.twitter.com/g1vVHMsdP4
— Comité Olímpico Español (@COE_es) August 1, 2021
Y aquí llego la española, con la clara noción de tener que hacer la mejor marca personal del año y quizás de su vida, pero con la medalla olímpica entre ceja y ceja, sin público el el estadio pero con el convencimiento por bandera. Y se sacó de las piernas un salto sublime para colocarse tercera (14,77). Después, el miedo, cuando la jamaicana Ricketts hizo uno mejor, de 14,84, que apeaba de las medallas a la española. Pero reapareció la Peleteiro más testaruda para volver a superarse. Ella quería su medalla, así la compitió y así se la llevó, en el quinto salto, alargando su competitividad genuina hasta el 14,87, nueva plusmarca de España. Pura entrega olímpica la de Ana Peleteiro.
Las dos amigas, que entrenan juntas bajo las directrices de Iván Pedroso, muy felices con sendas medallas, completando el podio la excelsa portuguesa Mamona.
Y Ana Peleteiro, escribiendo su nombre con letras doradas en el atletismo olímpico nacional, consiguiendo la tercera presea española en este ancestral deporte.