Nueve años y once meses es el tiempo que ha tenido que pasar para que Ruth Beitia pueda lucir, orgullosa y con justicia, la medalla de bronce de los Juegos Olímpicos de Londres de 2012.
La atleta cántabra recibió el pasado lunes 11 de julio la medalla olímpica por parte de Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE) tras la descalificación de la rusa Svetlana Shkolina, que terminó tercera, pero que se descubrió que se había dopado.
«Esto no es un reconocimiento, es algo que se ganó en su momento, aunque no pude subir al podio. Muchas veces me preguntan que qué es lo más importante que he ganado, y yo digo que no es tan importante lo que he ganado sino cómo: gracias al trabajo y a la honestidad», dijo Ruth.
Tras Londres 2012 decidió retirarse, pero la convencieron para que volviera unos meses después y desde ese momento protagonizó los mejores años de su carrera, culminada con el oro en los Juegos de Río 2016. Se subió a lo más alto del cajón y escuchó el himno.
🥉 Enhorabuena, @Ruthypeich
El bronce olímpico de Londres 2012 ya es tuyo 🤩
Nuestro aplauso y reconocimiento eterno 📺 https://t.co/C7hhfnQZGS pic.twitter.com/Eol4AGhvcP
— atletismoRFEA (@atletismoRFEA) July 11, 2022
La atleta española más laureada de todos los tiempos con dos metales olímpicos -y que posteriormente ‘fichó’ por el PP de Pablo Casado– visitó el espacio #Km42 de ‘El Partidazo de Cope’ donde confesó que se sentía «muy feliz» porque se había hecho justicia después de tantos años, pero que tenía la espinita de no haber podido disfrutar «el momento más bonito que puede vivir un atleta, que es el reconocimiento del público, el pódium, dar la vuelta al honor, llevar la bandera…».
Sobre el dopaje de la rusa: «No tenía ninguna duda»
Además, también dejó una declaración muy contundente sobre el dopaje de la rusa Shkolina, que ha llevado su posterior descalificación:
«No tenía ninguna duda. Sabía que en algún día llegaría esa medalla, pero no lo puedes explicar, no lo puedes decir porque sería muy injusto. Hasta que nadie está señalado, es muy complicado estar con la sensación rara de la mosca detrás de la oreja. Y salí con la sensación agridulce de que llegaría esa medalla».
Beitia sabía que este momento la iba a llegar. Pero también declaró sobre cómo se sentía cuando finalizó por detrás de la rusa dopada. «Estar en unos Juegos Olímpicos es la leche. Pero salí con la sensación de no irme feliz y eso es complicado».

Ruth Beitia posando con el oro que consiguió en los JJOO de Río de 2016
Por suerte, por la constancia y por el trabajo duro, en los juegos de Río de 2016, consiguió el oro olímpico, que es «lo más grande que puede lograr un deportista».