Vivimos en una sociedad que está continuamente cambiando. Dichos cambios se producen en múltiples y diferentes aspectos. Hay personas que ayudan a que estos cambios se produzcan de manera más rápida y eficaz y además ayudan a que la mentalidad de ciertas personas cambie de forma drástica.
Un ejemplo de estos cambios hace referencia a la igualdad, a la igualdad en diferentes ámbitos. Hoy en día, si pensamos en igualdad, lo primero que se nos viene a la cabeza es la igualdad en los sexos, ya sea en el trabajo, en la familia o, como es este caso, en los deportes.
Como se mencionó anteriormente, hay personas que ayudan a la percepción de estos cambios. Es el caso de Cristofer Benítez, gimnasta profesional. Cristofer se dedica a la gimnasia rítmica. Muchos podrían considerar este deporte como femenino debido a la elegancia y delicadeza que este implica y, es mayoritariamente para las mujeres. Sin embargo, Cristofer demuestra que este deporte va más allá. Demuestra la verdadera esencia del deporte y rompe con las normas impuestas a esta modalidad de gimnasia. Básicamente, es un pionero de la gimnasia rítmica y hemos tenido el honor de poder entrevistarlo.
Sus comienzos
Cristofer participó en numerosos campeonatos, como pueden ser el Campeonato de España 2006-2021, el Campeonato de España 2012, Campeonato de Canarias 2012, 2014, en la Copa de la Reina 2013, 2019, el Torneo Vitry Coup 2013 y no hay que olvidar una de las más memorables: la Gala Internacional de Gimnasia Rítmica Euskalgym en 2019.
Al ver el número de campeonatos en los que estuvo, fácilmente se puede decir que está teniendo una carrera exitosa. Sin embargo, llegar a donde está no resultó fácil por el simple hecho de ser hombre.
“He pasado vejaciones como comentarios e insultos, amenazas de maridos de entrenadoras cuando yo era un niño así que sí, lo he pasado mal”.
A pesar de los malos momentos, el gimnasta supo arreglárselas hasta convertirse en lo que es hoy. Lleno de ilusión y seguido de su pasión, Cristofer comenzó su primer entrenamiento el 24 de agosto de 2004, con 14 años. Algo que llama mucho la atención es que su relación con el deporte en general no comenzó directamente con la gimnasia rítmica.
“Yo empecé con baloncesto, karate, baile. Luego empecé en esa deportiva y al final me pasé a rítmica. Empecé con 14 años gimnasia deportiva, estuve tres meses: octubre, noviembre y diciembre, pasó Navidades y ya me metí en gimnasia rítmica”.
Ese 24 de agosto marcó un antes y un después en la vida del gimnasta. Tanto es así, que lo recuerda con mucho cariño, y es así como lo describió a Periodista Digital.
“Me sentí super bien porque estaba una de las que hoy es mi mejor amiga y eran todas compañeras del colegio y justamente todas las niñas que estaban en ese club eran compañeras del colegio porque cuando estaba en el colegio las miraba y me gustaba muchísimo y coincidió”.
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Como era de esperar, hacer algo que le hizo sentir tan bien consiguió que en Cristofer naciera una pasión y algo que seguiría practicando hasta la actualidad. Nunca dejó de sentirse tan bien practicando lo que le encanta. Para él no es un deporte cualquiera. Para Cristofer es mucho más.
“Para mí es mi deporte, un deporte que me ha robado el corazón. Hoy por hoy tengo la suerte de poder practicarlo con 32 años, que no es fácil tampoco y poder vivir de ello también, que es lo que me gusta, con lo cual me reconforta mucho”.
Un año de pausa
A pesar de lo mucho que disfruta haciendo lo que hace, sí que es verdad que tuvo algunos momentos de duda, como era de esperar al practicar algo que significa mucho para él. Cristofer confesó que esos momentos fueron duros y, de hecho, hubo un año en lo que lo dejó. En ese tedioso año 2015 el gimnasta lo pasó fatal.
«Bajé 10 kilos, me entrené a fondo, lloré muchísimo porque no fue una decisión que yo quisiese tomar porque no hubiera aguante».
Según comentó Cristofer, esta decisión tan extrema vino después del pensamiento y el ultimátum que él mismo se planteó: «O soy entrenador o soy gimnasta y evidentemente tuve que tomar la decisión de dejarlo porque ser entrenador me aporta dinero, ser gimnasta no».
El gimnasta asegura que fue una decisión propia de tener que elegir entre «tener un trabajo y vivir del aire».
Después de este momento de crisis, volvió a la pista con muchas ganas, como era de esperar. Sin embargo, sus ganas se vieron alteradas por la incertidumbre que sentía después de estar un año retirado. A pesar de ese momento de dudas, consiguió vencer esa presión demostrando todo lo que sabía hacer en el escenario y, de hecho, no para desde entonces, asegurando que «estos dos últimos años los está disfrutando como si fueran los últimos».
Desgraciadamente, hay otras situaciones en las que Cristofer se ve involucrado y son difíciles de gestionar. Esto hace referencia a nuevos comentarios sexistas hacia él. El pasado 21 de julio se cumplió un año desde que se produjo un ataque sexista al gimnasta, acto que hizo que su popularidad creciera considerablemente.
El ataque
«La perpetradora del ataque fue la exbailarina Tatiana Navka. Lo que hace diferente este ataque a los anteriores fue que Navka publicó en su instagram una imagen de Critofer en la que criticaba que un hombre fuera vestido con un maillot de gimnasia rítmica e hiciera un deporte mayoritariamente femenino.
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Esto causó mucho revuelo en las redes, provocando que los usuarios se pusieran de parte de Cristofer. Sin embargo, esto no pareció afectarle lo más mínimo.
«Yo estaba bien, era el típico comentario que no te afecta quien quiere si no quien puede».
Y es que esto e salgo que poca gente sabe hacer: dar más importancia a lo positivo y no dejar que lo negativo le afecte. Sin embargo, esto no hizo que Cristofer no tomara medidas al respecto.
«Hice una captura de pantalla y lo subí a mi historia, etiqueté a Televisión española, Telecinco y Cuatro y envié un mensaje al consejo superior de deporte. Al día siguiente, a las 9 de la mañana el consejo superior de deporte se puso en contacto conmigo. Decidieron hacer una publicación para darme apoyo y a raíz de ahí saltó todas la palestra y se hizo mundial».
A raíz de esto, el gimnasta recibió una cantidad de apoyo inimaginable, cosa que no esperaba. Algo que llamó la atención de Cristofer fue el número de comentarios negativos.
«Yo pensé más en los haters, que prácticamente no hubo casi ninguno y fue mucho más el sentirme abrumado por el apoyo».
El subidón y el número de seguidores que obtuvo Cristofer gracias a la situación hizo que se sintiera abrumado. De hecho, lo calificó como agobiante: «Fue una locura, la verdad».
A pesar de esto, la humildad es una característica que califica a Cristofer, ya que se considera una persona normal.
«Sigo siendo el mismo, sigo tratando a la gente igual».
A pesar de seguir siendo él, la gente sabe que lo que está haciendo es muy importante para el mundo de el deporte y la desigualdad que éste sufre debido a la separación por sexos. Tanto es así que la gente lo para por la calle para hacerse fotos.
«Son cosas que no me espero y me da vergüenza porque dices: ¿quién soy yo? Pero por otra parte sí me alegro porque por un comentario desafortunado por parte de esta mujer pues el mundo entero ha reconocido que los chicos hacemos gimnasia rítmica y eso puede dar pie a que otros países se replanteen la participación de los chicos en la gimnasia».
Está claro que los pasos agigantados que se están dando en este ámbito son visibles. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer. Tanto es así, que Cristofer no espera que haya participación masculina en la gimnasia rítmica en los Juegos Olímpicos de París en 2024. Lo bueno es que sí ve posible que en 2028 veamos a hombres realizando esta modalidad deportiva.
«A mí me encantaría. Poco a poco he vivido cosas inimaginables, con lo cual yo creo que sí, que los Juegos Olímpicos en 2028 creo que puede ser posible».