Albert Montañés fue el único español que alcanzó hoy la tercera ronda de Roland Garros, y lo hizo por quinta vez en su carrera al derrotar al alemán Tobias Kamke, procedente de la fase previa y 157 del mundo, por 6-3, 6-2 y 6-1.
En la jornada el cielo de París se abrió para llover a intervalos, lo que originó el consiguiente retraso de los partidos, y se celebró el tradicional «Día de los niños», y éstos tuvieron que refugiarse donde pudieron para protegerse de la lluvia.
Cayeron Arantxa Parra, ante la estadounidense Venus Williams (6-2 y 6-4), David Gimeno Traver, contra el croata Marin Cilic, décimo favorito (6-3, 7-6 y 6-2), y Guillermo García López, algo mejorado de su gripe, pero tosiendo sobre la pista, ante el holandés Thiemo de Bakker (6-3, 3-6, 7-6 y 7-5).
«Me he despistado un poco, tendría que haber pensado más en mi saque, en vez de sacar por sacar», dijo de forma crítica Parra de su duelo con la número dos del mundo.
«Creo que cuando se jugaba el punto no la veía muy superior, pero ella ha marcado la diferencia con el saque y en los momentos importantes me ha faltado jugar valiente», añadió la valenciana, que ayer martes cayó eliminada también en la prueba de dobles.
La novia de Felix Mantilla, que el año pasado ni siquiera pudo entrar en la fase previa del torneo, no pudo romper el servicio de Venus en las tres ocasiones de que dispuso, y eso marcó su derrota. «Ahora toca la hierba», mencionó para recordar que ya piensa en Wimbledon.
El partido entre Marcel Granollers y el chipriota Marcos Baghdatis (25) quedó suspendido, con ventaja del tenista de Limassol por 4-6, 6-1 y 7-5, por falta de luz, y el de Anabel Medina ante la rusa Elena Dementieva (5) ni siquiera llegó a comenzar y ha quedado aplazado para mañana, jueves.
«La tercera ronda ha sido siempre mi barrera, intentaremos superarla», dijo a EFE un esperanzado Montañés, que, firme y sólido, y «perfecto de físico», aspira a todo.
«Estoy jugando bastante bien, con mucha confianza y muy cómodo, y ahora me veo capaz de dar la sorpresa», señaló el jugador de San Carles de la Rapita ante el próximo compromiso que le espera, el sueco Robin Soderling, finalista el pasado año y que en dos partidos este año solo lleva cedidos siete juegos.
«Quiero que sea un partido duro, y lo más largo posible. Lo ideal es que haga sol, calor, y que la pista esté rápida, y quizás así falle algo más», aventuró el catalán, campeón en el torneo de Estoril por segundo año consecutivo y que ha firmado en París sus dos primeras victorias sin ceder un set.
Soderling vapuleó al estadounidense Taylor Dent por 6-0, 6-1 y 6-1 en 71 minutos, y ni él mismo recordaba si había ganado antes de forma tan rápida.
En la historia de Roland Garros, hay cinco partidos que acabaron antes que el de Soderling hoy. En la final de 1970 el checo Jan Kodes venció al yugoslavo Zeljo Franulovic en 68 minutos. En la primera ronda de 1998, Nicolas Escude dejó K.O a su compatriota Jerome Goldmard en 69 minutos. Dos años antes, el croata Goran Ivanisevic derrotó al checo Bohdan Ulihrach en 69 minutos en tercera ronda, y en 1992 el checo Ivanl Lendl destrozó al español Sergio Bruguera en primera, en 67 minutos.
Pero es el propio Bruguera el que tiene el récord, al imponerse al francés Thierry Champion en 60 minutos por un triple 6-0 en 1993.
Montañés va en la parte alta del cuadro por el lado de Federer, que hoy venció al colombiano Alejandro Falla por 7-6 (4), 6-2 y 6-4 en una hora y 59 minutos. Solo se podrían enfrentar en cuartos de final y reeditar así las semifinales de Estoril de este año, donde el español se impuso por 6-2 y 7-6.
