El Ministerio Fiscal ha solicitado imponer casi 33 años de prisión para un hombre acusado presuntamente de asesinar a un amigo durante un permiso carcelario del que disfrutaba, así como por tratar de ocultar el cadáver y resistirse a su detención en el municipio de Bullas (Murcia) en el año 2008.
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Murcia acogerá los días 9, 10 y 11 de noviembre el juicio contra A.M.A. –mayor de edad, de nacionalidad española y con antecedentes penales–, acusado de un presunto delito de asesinato, según el escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Público al que ha tenido acceso Europa Press.
En concreto, solicita 24 años de prisión por el delito de asesinato, cuatro años y un día de prisión por el de detención ilegal, cinco meses de prisión por el de profanación de cadáver, tres años y seis meses de prisión por un delito de atentado y un año más por quebrantamiento de condena, así como al pago de las costas procesales y una indemnización de 90.000 euros a los herederos del fallecido.
Según se desprende del escrito de acusación del Fiscal, los hechos se remontan a septiembre de 2008 cuando el acusado, penado en segundo grado, tras un permiso carcelario del que se incorporó al Centro Penitenciario Sangonera la Verde se encontraba en la vivienda de la víctima en Bullas cuando, en el transcurso de una discusión, comenzó a propinar a la víctima puñetazos por todo el cuerpo hasta hacerlo caer en un sillón del salón, lo que aprovechó para volver a golpearlo de nuevo en la cabeza con un palo de atizar el fuego repetidamente dejándolo aturdido, mientras le preguntaba si quería morir lento o rápido.
Tras golpearlo fuertemente en la nunca, lo llevó a su dormitorio le ató de manos y pies y le siguió pegando en cabeza, cuerpo y piernas. Posteriormente, lo llevó al baño donde lo lavó, pero como insistía en acostarse lo empujó hacia el salón, donde lo volvió a golpear con un palo en la cabeza hasta que cayó al suelo.
Después cogió un cuchillo de cocina y le cortó el cuello con la clara intención, según Fiscalía, de seccionarle la aorta, pero al comprobar que seguía vivo le clavó un destornillador primero en el pulmón y luego en el pecho, pero como no moría le clavó el cuchillo en la barriga, finalmente le puso las manos en la garganta y luego en el pie hasta que dejó de respirar.
A continuación se aseó y se llevó el cuerpo de la víctima a la cocina y lo colocó en el frigorífico, pero como no cabía lo ató con una cuerda. Posteriormente, limpió la vivienda y sacó el cuerpo de la nevera, le cortó con unas tijeras de podar el dedo meñique, que metió en el congelador, envolvió el cuerpo en una manta y una colcha y lo arrastró por el pasillo, hasta bajarlo al sótano, ponerlo en la primera tinaja que encontró y taparlo.
Los agentes de la Policía Judicial de Murcia y los agentes de la Policía Local de Bullas localizaron al acusado en la localidad, quien emprendió la huida y ya en una vivienda próxima esgrimió una navaja contra uno de los agentes policiales, siendo finalmente reducido y detenido.
La víctima, que sufrió lesiones en cabeza, región cervical, tórax, abdomen, miembros superiores e inferiores, murió por un shock hipovolémico de origen múltiple.
MULTIPLES DELITOS DE ROBO, DAÑOS Y QUEBRANTAMIENTOS
El procesado había sido condenado anteriormente por un delito de daños a la pena de diez meses de multa con una cuota diaria de seis euros en el año 2007; por un delito de robo con fuerza a la pena de un año de prisión accesorias en sentencia de 2006; por otro delito de robo con violencia e intimidación a la pena de un año y seis meses de prisión en sentencia de 2001 que fue suspendida meses después.
Así como por un delito de robo con violencia e intimidación a la pena de dos años y un día en 2007; por un delito de quebrantamiento de condena a la pena de 12 meses de multa con una cuota diaria de seis euros en sentencia del Juzgado de lo Penal 10 de Valencia en 2004.
