«Volveré a jugar al fútbol, pero sin rodillazos», dice Evo Morales

"Volveré a jugar al fútbol, pero sin rodillazos", dice Evo Morales
. EFE/Archivo

El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó hoy que después de la operación de rodilla a la que fue sometido el pasado sábado por una tendinitis, volverá a jugar al fútbol en tres meses, pero «sin rodillazos», en alusión al famoso golpe que le propinó en los testículos a un rival en un partido amistoso.

Sonriente y con buen aspecto, Morales reapareció en público en la clínica donde guarda reposo en la ciudad de Cochabamba, en el centro del país, a la que se desplazó la ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, de visita en Bolivia.

El presidente boliviano, postrado en la cama y tapado con una sábana, dijo que se sentía bien y dispuesto recuperarse «lo antes posible» para que los médicos le permitan volver a jugar al fútbol, una de sus grandes pasiones, que practica todas las semanas.

«En tres meses estaré otra vez en la cancha de fútbol, sin rodillazos», aseguró Morales con tono de arrepentimiento después de la agresión en la entrepierna al funcionario de la alcaldía de La Paz -en manos de la oposición- de quien había recibido antes una patada en la espinilla.

Morales, de 51 años, permanecerá ingresado hasta el final de semana en la clínica privada de Los Olivos y después comenzará la rehabilitación de su rodilla izquierda, la contraria de la que le hizo célebre en todo el mundo hace poco más de un mes.

Aquejado desde hace tiempo de una tendinitis rotuliana, el mandatario boliviano decidió someterse a una artroscopia, que le practicaron traumatólogos cubanos, informaron fuentes de su entorno.

Además del fútbol, es aficionado al frontenis y a correr varias veces por semana, hábito que practica cuando visita algún país extranjero, como hizo en Irán hace pocos días, añadieron las fuentes.

Morales agradeció el gesto de Trinidad Jiménez de desplazarse en avión desde La Paz a Cochabamba, a unos 230 kilómetros, para verse con él durante su estancia en el país andino, que concluirá mañana, martes.

En declaraciones a la prensa española, Morales aprovechó para mandar un «saludo especial» al «compañero» José Luis Rodríguez Zapatero, al pueblo de España, al Gobierno y al Rey Don Juan Carlos.

También tuvo palabras de recuerdo para la Reina Sofía -«mi enfermera, mi médica»- por darle unas pastillas para curar el resfriado cuando estuvo en España poco antes de su investidura como presidente en enero de 2006.

«Gracias por toda la cooperación, por toda la solidaridad, amistad y confianza entre dos países que tienen mucha historia, como Bolivia y España», añadió Morales.

Trinidad Jiménez se mostró complacida por su visita al líder indígena, con quien ya se reunió en varias ocasiones en La Paz cuando fue secretaria de Estado para Iberoamérica.

«No podía marcharme de Bolivia sin visitar al presidente», apuntó la jefa la diplomacia española en una comparecencia ante la prensa en la clínica junto a su colega boliviano, David Choquehuanca.

En sus elogios a Morales, Jiménez destacó el que siempre haya estado dispuesto a resolver «cualquier diferencia» entre «dos pueblos hermanos» a través de una conversación «franca y sincera».

A su juicio, el presidente boliviano siempre ha tenido una actitud «muy constructiva y muy atenta» para estrechar los lazos con España.

Jiménez dijo que le vio «muy animado y con ganas» de preparar la visita que Zapatero hará a Bolivia los próximos días 1 y 2 de diciembre.

Para hacer más llevadera su convalecencia, la ministra española le regaló un surtido de jamón ibérico, mientras que al canciller le entregó una camiseta de la selección española de fútbol.

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