Es una pena, pero lo positivo es que tengo más tiempo para descansar
Novak Djokovic es conocido por su extraordinario talento para jugar al fútbol, pero además, por su estupendo sentido del humor y sus grandes ocurrencias en los courts.
En el debut de Paris Bercy, el último Masters 1000 de la temporada, y en festejo de la fiesta estadounidense Halloween salió a la cancha con la máscara del legendario personaje de La Guerra de las Galaxias, Darth Vader.
Y palmó como un bellaco.
El estadounidense Sam Querrey batió sorprendentemente este 31 de octubre de 2012 al serbio Novak Djokovic, número dos del mundo, en la segunda ronda del torneo de tenis de París-Bercy después de perder el primer set por un contundente 6-0.
El serbio, que la semana que viene arrebatará el primer puesto del ranking de la ATP a Roger Federer y que acabará como el mejor por segundo año consecutivo, no pudo contener al ‘cañonero‘ americano, que se repuso de recibir ocho juegos consecutivos para remontar y llevarse la victoria por 0-6, 7-6(5) y 6-4.
De este modo, el de Belgrado, que mostró nuevamente su lado más simpático al saltar a la central ataviado con una máscara de Darth Vader, encajó su primera derrota en más de dos años en su primer partido en un torneo.
A mediados de marzo de 2010, en el Masters 1.000 de Miami, perdió ante el belga Olivier Rochus, que era hasta ahora el último en apear a ‘Nole‘ a las primeras de cambio.
Y todo después de un partido que se le puso muy franco. Djokovic no se dejó intimidar por el habitual poderoso saque de Querrey e impuso su resto para lograr tres ‘breaks’ y poner un esclarecedor 6-0 en el marcador.
Sin embargo, el estadounidense reaccionó y lo hizo desde su servicio, que sólo cedió en una ocasión más y con el que firmó 18 ‘aces‘, 17 entre la segunda y la tercera manga.
El segundo set empezó favorable para el balcánico, que se puso 2-0, pero Querrey reaccionó y todo se decidió en una ‘muerte súbita’ favorable al americano (7/5), que en el tercer parcial encontró por fin un ‘break‘ ansiado.
Djokovic gozó de cinco bolas de rotura en el octavo juego, pero su rival las salvó y en su siguiente servicio confirmó la sorpresa.
Después del partido, el serbio aseguró que no se arrepiente de haber competido en París.
«No me arrepiento de nada en la vida. Creo que todo ocurre por alguna razón», dijo el segundo mejor tenista del mundo, que tiene garantizado cerrar el año como primero en el ránking de la ATP.
El serbio explicó que arrastraba algunos problemas físicos y personales, aunque no quiso confirmar las informaciones de la prensa de su país sobre problemas médicos de su padre, y se contentó con poder tomarse unos días de descanso.
«Es una pena, pero lo positivo es que tengo más tiempo para descansar», concluyó Djokovic, que el pasado lunes terminó vomitando tras un entrenamiento con el francés Richard Gasquet.