El tenista serbio Novak Djokovic resolvió el misterio de Gael Monfils para alcanzar su séptima final del US Open, cuarto y último ‘grande’ de la temporada, superando en cuatro sets (6-3, 6-2, 3-6, 6-2) a un rival que ‘tiró’ los dos primeros parciales y después amenazó con sacar la sobrada y conocida épica que posee.
El número uno del mundo buscará su 13º ‘Grand Slam’ y el tercer título en Nueva York en una final que le medirá con el ganador de la segunda semifinal entre Stan Wawrinka y Kei Nishikori. El de Belgrado sigue en liza en un US Open que recordará cualquiera sea el resultado por lo extraño de su camino.
Después de alcanzar su décima semifinal consecutiva en Flushing Meadows con sólo dos partidos completos por la retirada de sus rivales, ‘Nole’ tuvo que hacer frente a un Monfils impredecible.
Además, su falta de ritmo se unió con la intensa humedad y calor en la tarde neoyorquina, en un duelo de altibajos a ambos lados de la pista. Con todo, no esperaba el serbio un inicio tan plácido, con el francés regalando el primer set tras verse 5-1 abajo.
A pesar de alargarse el intercambio inicial, pronto llegó un segundo set con el mismo guión. Un Monfils de perfil bajo, llamativo en un jugador de su potencial físico, sin mostrar su hambre.
Con otros dos ‘breaks’ en contra, el francés se vio con un 2-0 abajo y la pitada de un público descontento con su actitud. La Arthur Ashe despertó a Monfils y Djokovic permitió su entrada en el partido perdiendo una ventaja inicial. La remontada del francés descolocó al número uno, quien tuvo que ser atendido por el fisio en ambos hombros.
Lo impredecible del galo atenazó el ataque de un ‘Nole’ que siguió dando vida al rival hasta un intercambio de ‘breaks’ que sonrió al de Belgrado. Con 4-2 a favor en el cuarto set el número uno quiso terminar la agonía y cerró al resto un partido raro pero con el resultado habitual, una victoria de un Djokovic que jugará siete de las últimas ocho finales de ‘Grand Slam’.
