La tenista hispano-venezolana Garbiñe Muguruza comenzará este lunes su participación en las Finales de la WTA, que se están disputando en Singapur, con un duelo clave ante la checa Karolina Pliskova, primer examen para la campeona de Roland Garros que no llega a la cita en su mejor momento.
La de Caracas está encuadrada en el Grupo Blanco con la peligrosa Pliskova, la solvente Agnieszka Radwanska y la veterana Svetlana Kuznetsova, y espera volver a brillar en la reunión de ‘maestras’ como ya hiciese el año pasado cuando debutó y llegó hasta las semifinales. Pero en aquella ocasión, la actual número seis del mundo acudía al torneo en buena forma tras una positiva gira asiática, todo lo contrario que ahora, con un estado de juego algo alicaído desde que lograse el mayor éxito de su carrera. Y es que desde que se coronase ante la estadounidense Serena Williams en París para ganar su primer ‘Grand Slam’, ni el tenis ni los resultados han acompañado a una Muguruza que al final logró un billete para estar en Singapur. Una de las pocas alegrías que tuvo la hispano-venezolana fue alcanzar las semifinales en Cincinnati y de la final le apartó precisamente Karolina Pliskova, una rival que se le atraganta a la de Caracas.La checa se impuso hace unos meses de forma arrolladora por 6-1, 6-3 para sumar su tercera victoria consecutiva ante la campeona de Roland Garros que sólo pudo ganar a la centroeuropea hace tres años precisamente en la arcilla roja parisina. Una victoria se antoja importante para afianzar las opciones de una Muguruza que parece estar mejorada de los problemas de tobillo que la obligaron a retirarse del torneo de Linz (Austria) la semana pasada.
«Está entrenando bien, el tobillo está bien. Ahora hay que prepararse para el partido que va a ser muy difícil porque Pliskova es una jugadora que pega muy duro a la bola y te da muy pocas oportunidades. Estás en constante presión ante ella por lo que tenemos que tener paciencia y esperar esas oportunidades», declaró Sam Sumyk, entrenadora de la hispano-venezolana.
