Rafa Nadal no para. Su exitosa temporada hasta la fecha no es suficiente para apaciguar la ambición del tenista español, que dando otra exhibición de juego y lucha ante un buen Grigor Dimitrov se metió en la final del Abierto de Pekín (6-3, 4-6, 6-1).
El balear dio un recital de golpes durante el primer set, sucumbió ante el resurgir del búlgaro en el segundo y se agarró a la pista en el tercero para decantar la balanza a su favor. Su rival este domingo será el australiano Nick Kyrgios.