Tienen ambos dos personalidades tan enormes, que a la hora d ela verdad era imposible tenerlos juntos en el mismo vestuario. No cabían.
El mal arranque de temporada de Novak Djokovic se ha coronado con el final de su colaboración con Andre Agassi, el técnico que intentó reconducir sus pasos durante el último año.
«Traté de ayudar a Nole con la mejor intención. Pero hubo demasiadas diferencias de criterio. Hemos estado de acuerdo en que frecuentemente no estuvimos de acuerdo. Le deseo lo mejor en el futuro».
Eso anunció Agassi en un mensaje difundido por la cadena ESPN.
Las derrotas en primera ronda de Indian Wells ante Taro Daniel y Miami, frente a Benoit Paire, enturbiaron aún más el curso para el ex ‘número uno‘ del ránking, que antes ya se había visto sorprendido en el Open de Australia por Hyeon Chung. Suficientes pruebas para un dubitativo arranque de 2018, especialmente tras sus recurrentes problemas en el codo derecho.
La relación entre Djokovic y Agassi comenzó en junio de 2017, poco antes del inicio de Roland Garros. Sin embargo, la eliminación en cuartos ante Dominic Thiem y la casi inmediata aparición de los dolores en el codo, que le obligaron a abandonar en Wimbledon, pronto enturbiaron su horizonte.
Meses después, el tenista de Belgrado incorporó a su equipo técnico a Radek Stepanek.
De hecho, el ex tenista checo, viejo amigo de Djokovic, ejerció como entrenador principal desde entonces. Tras su retirada de las pistas el pasado noviembre, Stepanek acompañó a Nole en sustitución de Marian Vajda, su técnico durante la última década.
Mientras tanto, Agassi tomó el papel de ‘supercoach’, el mismo que anteriormente había asumido Boris Becker.
El estadounidense, de 47 años, aclaró que no reclamaría ningún tipo de contraprestación económica.
Su idea durante este tiempo fue intentar cambiar el estilo de Djokovic en función de su rival, para evitar su habitual desgaste desde el fondo de la pista.
