Benoit Paire, 32 años, 1,96 de estatura y en otro tiempo un destacado jugador del circuito ATP, se ha vuelto idiota.
El galo, quien no hace mucho confesó que se inscribía e los torneos para pillar 10.000 euros y que no le importaba un comino el juego, parece estar dispuesto a arrebatar a cualquier precio el título de «enfant terrible» del tenis a Nick Kyrgios, pero si la gracia y la clase del australiano.
Tras su bochornoso episodio en el Torneo de Buenos Aires, donde escupió sobre la marca del juez para luego se deja ganar, ha vuelto a protagonizar un nuevo episodio poco edificante.
Esta vez ha sido en el Masters de Roma y, aunque la situación ha sido menos vergonzosa que en Buenos Aires, no deja de ser un episodio incómodo y muy raro de ver entre tenistas profesionales.
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— Tennis TV (@TennisTV) May 10, 2021
En este caso Benoit Paire no dudó en sacar su teléfono móvil pra hacer varias fotos a la marca de una pelota que el juez había dado por buena.
El tenista francés no estaba de acuerdo con el árbitro Carlos Bernardes y acabó discutiendo con él.
«Si esa pelota ha botado fuera salto al vacío desde la cima del estadio».
Paire decidió entonces sacar su teléfono móvil y hacer varias fotos del lugar donde había botado la pelota.
Bernardes finiquitó el asunto con un warning para el tenista francés, que acabó perdiendo el partido ante Stefano Travaglia.