EL 'MAL OLÍMPICO' PASA FACTURA AL TENISTA DE BELGRADO EN LAS SEMIFINALES DE LOS JJOO

La presión no fue un privilegio para Djokovic: el serbio se queda sin el oro

El español Pablo Carreño, que también cayó en semifinales, peleará contra 'Nole' por el bronce

La presión no fue un privilegio para Djokovic: el serbio se queda sin el oro
Djokovic.

La presión es un privilegio, amigo”, respondió Novak Djokovic, entonces semifinalista en tenis, cuando fue cuestionado sobre la gimnasta norteamericana Simone Biles y sus problemas de ansiedad, que le llevaron a retirarse de las finales en los JJOO de Tokio.

Pues bien, esa presión de conseguir uno de sus grandes objetivos de la temporada, el oro olímpico, se ha llevado por delante al tenista de Belgrado.

El reciente ganador de Roland Garros y Wimbledon, que llegaba a la capital nipona como un tiro y en un estado de forma incuestionable, ha perdido en semifinales ante el alemán Zverev.

Y eso que Djokovic comenzó bien. Cumpliendo el guion establecido, el número 1 serbio se puso en clara ventaja sobre su rival este 30 de julio de 2021 en las semifinales: 6-1, 3-2  y saque para poner tierra de por medio. Pero el ‘mal olímpico‘, que solo le ha reportado un escaso botín de un bronce en 2008 ,le entró de lleno. Empezó a dudar y el germano se creció, hasta el punto que le endosó un 1-6 en el tercer set que suena humillante. Ahora buscará conformarse con el bronce ante el español Pablo Carreño, que previamente había perdido la otra semifinal. Para el asturiano el tercer metal en importancia sería mucho, pero para el serbio no tanto.

 

Djokovic impugna la ‘corriente Biles’: «La presión es un privilegio»

Los Juegos Olímpicos 2020 que se celebran estas semanas en Tokio en 2021 y sin público en los estadios por culpa del maldito coronavirus, han transgredido por un asunto crucial las páginas de deportes para colarse en portadas y espacios de opinión.

La gimnasta americana Simone Biles (24 años), que venía deslumbrando al mundo desde hace tiempo con sus piruetas y habilidad puntera en los distintos aparatos de la gimnasia artística, se atascó mentalmente en plena competición por equipos, y se bajó del barco. Como si de una lesión de rodilla se tratara, a la americana se le cruzó algo en la mente y decidió abandonar tanto la competición por equipos como la individual:

Después de la actuación que hice, simplemente no quería seguir. Tengo que concentrarme en mi salud mental. Simplemente creo que la salud mental ha tomado más relevancia en los deportes en este momento.

En los anteriores Juegos, en Río de Janeiro 2016, Simone se volvió a casa con cuatro medallas: oro en salto, general individual y en general por equipos, y una de bronce en barra de equilibrio. Fue la abanderada de EE.UU. en la ceremonia de clausura. Un auténtico tornado competitivo. Al año siguiente, en 2017, Biles reveló haber sido víctima de abusos sexuales por parte del médico del equipo, lastre que se sumaba a su infancia, criada por sus abuelos por haber nacido fruto de unos padres adictos.

La superioridad de Biles en lo deportivo venía siendo aplastante: 19 títulos de campeona mundial y 25 medallas en campeonatos del Mundo, es la gimnasta más laureada de todos los tiempos, una auténtica figura en estos Juegos Olímpicos de Tokio.

Pero algo estaba torcido. Las participaciones de la atleta en los primeros días no habían venido estando acorde con su excelsa capacidad, con errores de bulto, como en el ejercicio de suelo -en la clasificación por equipos-, su máxima especialidad, donde incluso se salió de la pista.

La ansiedad pudo con ella y se retiró a tiempo (hay quien pensará que antes de tiempo). Y el caso de Biles simplemente podría haber quedado ahí, pero ha sido mucho más que eso gracias a la cantidad de focos que tenía sobre su persona. El asunto se ha ideologizado en buena parte del Planeta. La ‘corriente Biles’, asumida por buena parte de la izquierda, que la ha abanderado, sacando a relucir los problemas psicológicos de la población igual que de los deportistas. Como todo, se puede tratar con normalidad o llevarlo al extremo. Y en España somos expertos.

Y de pronto, cuando el debate parecía que empezaba a expirar, aparece una voz tremendamente fuerte en el deporte mundial y, de paso, en el olimpismo. Novak Djokovic, el gigante de la historia del tenis (aunque nos pese lleva trayectoria para ser más grande que Nadal), ha ‘impugnado’ de alguna manera las palabras de la propia Biles. En declaraciones a Reuters:

La presión es un privilegio. Sin ella no hay deporte profesional. Para esperar llegar a la cima de un deporte, tienes que aprender a gestionar la presión.

Dentro y fuera del terreno, se espera mucho… He aprendido a desarrollar un mecanismo para gestionar eso de manera que ya no me moleste, no me afectará más.

El serbio aspiraba a ser el primer jugador de la historia en ganar, en el mismo año, los cuatro Grand Slam y el oro olímpico. Una auténtica gesta que tenía a tiro, pero ya no podrá logra.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído