Pedro Sánchez está intentando sacar rédito político del ‘caso Djokovic’.
La situación del tenista serbio Novak Djokovic ha excedido a la prensa deportiva y se ha convertido en un tema de la política internacional. Tras ser deportado de Australia por no estar vacunado contra el covid-19, el número uno del ranking perdió la oportunidad de disputar el primer Grand Slam del año y todo parece indicar que tampoco podrá estar en Roland Garros.
En las últimas horas, ‘Nole’ sumó una nueva preocupación ante la posibilidad de que también le nieguen el ingreso a España, país en el que se disputan torneos de gran importancia para el calendario anual.
Aunque no sería la primera vez que entra a España, ya que se le llegó a colar al Gobierno del PSOE-Podemos por la ‘puerta de atrás’ en nochevieja.
El serbio estuvo hasta el 3 de enero en Marbella, donde tiene una mansión. Una situación que está investigando la policía, ya que la normativa publicada en el BOE deja claro que:
«Solo pueden entrar en España residentes en Serbia que tengan certificado de vacunación completo o autorización especial».
Todo apunta a que en ningún momento el número uno del mundo solicitó el permiso especial pertinente para acceder al país. Un episodio que el líder del PSOE prefiere pasar por alto para, ahora, presumir del cumplimiento de las leyes:
“Las normas están para cumplirse y no hay nadie por encima de ellas. Si esas son las normas del Gobierno Australiano, tienen que ser cumplidas”.
Y, para concluir con su análisis de qué pasaría en caso de que el serbio quisiera ingresar a territorio español para participar de algún certamen como el ATP 500 de Barcelona o el Masters 1000 de Madrid, sostuvo: “Sin animo de polemizar, cualquier persona, se llame como se llame y sea o no deportista de primer nivel, debe cumplir con las normas sanitarias y eso es lo que hará cualquier deportista que aspire a competir en nuestro país, cumplir con las normas sanitarias de España”.
España se suma así a la postura que han adoptado países como Francia, en cuya capital se disputa el Grand Slam de Roland Garros, de impedir la participación del líder del escalafón en los torneos que se disputen en su territorio.