El asturiano protagonizó el punto del año en el circuito ATP

Pablo Carreño logra a los 31 años el primer Master 1.000 de su carrera y con el punto de su vida

Tras remontar al polaco Hubert Hurkacz, en una gran final que se saldó por 3-6, 6-3, 6-3

Pablo Carreño en Toronto, campeón del Master 1.000
Pablo Carreño en Toronto, campeón del Master 1.000. PD

Era la oportunidad de su vida y Pablo Carreño no la dejó escapar.

Con un tremendo salto de alegría, lágrimas en el rostro y un grito desgarrador.

Así celebró este 14 de agosto de 2022 Pablo Carreño Busta el primer título ATP Masters 1000 de su carrera deportiva en el National Bank Open Presented by Rogers.

El asturiano, que ha pasado su vida abrumado por la sombra de Rafa Nadal, como todos los tenistas españoles de la última década y media,  ha dejado una huella ya imborrable en el vestuario.

Superó al polaco Hubert Hurkacz para firmar un gran hito profesional, culminando uno de sus grandes sueños en el ATP Tour.

“Por fin he ganado un Masters 1000 y la sensación es increíble», describió el español en la rueda de prensa posterior al torneo. «He trabajado muy duro durante toda mi carrera para vivir este momento. Ha sido muy complicado, pero he hecho una gran semana. He jugado a un alto nivel y he sido positivo en todo momento. Me siento muy feliz por esta victoria”.

Las emociones se desataron como nunca en la pista central de Montreal, donde el asturiano se fundió en un intenso abrazo con los miembros de su equipo. Allí estaban su técnico José Antonio de Luna, su readaptador Juanjo Moreno y su padre Alfonso, preparados para recibirle en una piña de alegría incontenible tras coronar el torneo.

“Debo estar agradecido a todo mi equipo», subrayó Carreño acordándose de los suyos. «Hacen un trabajo fantástico conmigo, me ayudan más con mi mente que con el tenis. Es muy importante, porque creen en mí más que yo mismo. Me dan la energía y la fuerza para estar aquí”, explicó el asturiano, que también tuvo palabras para Samuel López, el entrenador que le espera en Cincinnati, y Walter Navarro, encargado de su preparación física y testigo desde Barcelona de su hazaña.

A sus 31 años, Carreño sigue recogiendo los frutos de una carrera construida desde la paciencia y el orden.

Con siete títulos ATP Tour, a los que sumar la medalla de bronce olímpica conseguida en 2021, o hitos como el Top 10 pisado dos años atrás o las dos semifinales de Grand Slam que pueblan su historial, el español da fuerza a un palmarés cada vez más completo en su piel de veterano.

“Este no es el primer título, pero sin duda es el más importante. ¡Es un Masters 1000! Es algo especial ganar este tipo de trofeos», valoró. «Este año no habíamos logrado buenos resultados, pero podemos decir que ya tenemos nuestro trofeo. Y es uno muy, muy importante”.

PUNTO DEL AÑO

Pablo Carreño protagonizó el que puede ser considerado el punto del año en la final del Masters 1.000 de Canadá disputado Montreal contra Hubert Hurkacz. Ambos jugadores disputaron un apasionante intercambio de golpes que cayó del lado del tenista español.

LA IMPORTANCIA DE ESE TÍTULO

La dimensión del logro se entiende mirando hacia el pasado. Carreño se convirtió en el 15º jugador español capaz de coronar un torneo ATP Masters 1000 en modalidad individual, colocando su nombre en la historia dorada del deporte por méritos propios. El gijonés, que habló por teléfono con su madre, su abuela y su esposa minutos después de consumar el triunfo, intentará saborear el hito con su círculo más cercano.

”Intentaré llamar a mucha gente. Ahora todos están durmiendo en España. Estaban viendo mi partido, pero cuando he terminado se han ido a descansar. Quizá mañana tenga más calma para hablar con muchas personas”.

Además, subrayando la dificulta de lo conseguido, el español se convirtió apenas en el séptimo jugador español que logra levantar una copa de esta dimensión en pista dura. En su palmarés ya habitan más copas en esta superficie que en polvo de ladrillo, y las dos semifinales del US Open (2017, 2020) arropan a un jugador construido en el suelo más predominante en el circuito.

”Crecí en esta superficie, en este tipo de pista cuando estaba en Gijón. Cuando era joven siempre entrenaba en estas canchas así que me siento cómodo. Cuando me fui a Barcelona con 15 años empecé a jugar más en tierra batida. Por eso puedo jugar bien en ambas superficies».

«Cuando llega esta parte del año, al venir en agosto a Canadá y EE.UU. me siento muy bien en pista. Probablemente aquí juegue mi mejor tenis”.

El triunfo supone, especialmente, un motivo de alegría para un jugador dispuesto a gozar sus mejores días en el circuito. Lejos de las expectativas o de una obligación por coronar un torneo como el que acaba de colocar entre sus manos.

”Nunca he una sentido presión extra. Sé que no es sencillo ganar este tipo de títulos No todos tienen un Masters 1000 a lo largo de sus carreras. Por ejemplo, Ferrer fue No. 3 del mundo y solamente pudo ganar uno. Sé lo complicado que es ganarlo”.

”Es cierto que ahora que lo he ganado me gustaría disfrutarlo. Intentaré no estar enfocado en los trofeos sino en los momentos. Quiero disfrutar de mi juego, disfrutar de los torneos y la vida en general. En este momento de mi carrera, con 31 años, quiero disfrutar. Probablemente me queden algunos años más en el circuito: tres, cuatro, cinco, seis… espero que más pero no lo sé. Tengo que disfrutar todo lo que pueda”

 

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