Cristiano Ronaldo es un jugador de raza. Contentísimo hasta los topes por la clasificación de Portugal ante Croacia para los cuartos de final de la Eurocopa, la estrella del Real Madrid arrastraba un mosqueo brutal consigo mismo al término del encuentro.
La exigencia de CR7 hacia su persona es infinita. Ronaldo no acaba de encontrar su mejor versión en la ‘Euro’ y, lejos de esconderse, da la cara. El rostro de Ronaldo no era de absoluta felicidad al término del partido frente a los croatas. Portugal necesita al mejor Ronaldo si quiere llevarse el campeonato y el ‘7’ lo sabe.