Tanto Luis Enrique como el propio Andrés Iniesta saben que el jugador ya no está para jugarlo todo. Los 32 años pesan en el manchego, y es necesario ir dosificando las fuerzas.
El técnico y el capitán mantuvieron esta semana una reunión para debatir sobre los minutos de juego de los que gozará Andrés. El mensaje de Lucho fue claro: quiere que Iniesta llegue bien al tramo final de la temporada, y para eso deberá descansar en varios encuentros.