Después del broncazo que Luis Enrique soltó a sus jugadores en el vestuario de Anoeta por el lamentable espectáculo que ofrecieron ante la Real Sociedad, el técnico barcelonista ha mantenido una cumbre con sus jugadores para ejercer la autocrítica analizando los errores individuales y colectivos cometidos en Anoeta y buscando un propósito de enmienda que permita revertir la situación.
Luis Enrique apeló a la autoestima de sus hombres recordándoles la responsabilidad que supone defender el escudo que llevan en su camiseta. Y les instó para que lo de Anoeta, como ya sucedió hace dos años, se convierta en un punto de inflexión que relance el juego y los resultados del equipo, como ocurrió entonces, que de una situación de crisis en enero se pasó a ganar el triplete ese mismo año.