El Real Madrid sacó un empate del Clásico, pero debió sacar algo más si el colegiado aragonés Clos Gómez hubiese estado algo más acertado en el primer tiempo cuando erró en dos ocasiones de gravedad a favor de los intereses del Barça, quien se libró de dos penas máximas en apenas un cuarto de hora de juego.
En el tercer minuto de encuentro Mascherano derribó de manera clarísima a Lucas Vázquez al llegar tarde a un balón en el interior del área, pero el árbitro no se atrevió a pitar los once metros tan temprano.