SU COSTE PUEDE SUPERAR LOS CIEN EUROS MENSUALES POR PERSONA

¿Quiere tener buena salud en la jubilación? Ahorre para un seguro médico

La competencia entre sociedades sanitarias privadas impulsa el crecimiento de la tecnología asociada a la salud y, con él, la mejora en la longevidad y la calidad de vida de las personas

¿Quiere tener buena salud en la jubilación? Ahorre para un seguro médico
Pensionistas.

La gran mayoría de las veces que se habla, o se escribe, acerca de la necesidad de ahorrar para la jubilación se recurre al argumento de que esos recursos guardados para el momento del retiro permitirán a la persona mantener su nivel de vida. Y es que, como todos sabemos, la pensión pública es siempre inferior al último salario percibido durante la vida laboral activa, y lo será aún más en el futuro. Hoy vamos a emplear un argumento distinto: el de la salud.

Uno de los primeros consejos que se ofrecen habitualmente de cara a la administración de los recursos económicos cuando llega la jubilación es dejar de pagar a una sociedad médica privada, quien tenga contratados sus servicios. Siempre se argumenta que, en España, el sistema público de salud es bueno y gratuito, mientras que el privado no lo es. Por el contrario, a mayor edad, mayor precio de las sociedades sanitarias privadas. Lo mismo sucede si el historial médico de la persona empieza a registrar problemas de salud. Esto supone que el seguro médico privado puede superar muy fácilmente, y con creces, los cien euros por persona y mes.

Además, hay que tener en cuenta que las compañías privadas de salud utilizan el copago: se abona una cantidad de dinero por cada consulta médica. El paciente también tiene que asumir el cien por cien del coste de las medicinas que conformen el tratamiento prescrito por el médico. Todo ello se suma, por supuesto, al coste mensual de la póliza. Y si tenemos en cuenta que, en España, el importe medio de la pensión pública es de 873,20 euros al mes, es lógico que, a la hora de organizar la economía de la jubilación, una de las primeras cosas de que se vaya a prescindir sea del seguro médico privado.

Ahora bien, hay que tener en cuenta que en España, al igual que se ha iniciado la reforma del sistema público de pensiones, también ha comenzado la del sistema nacional de salud. El envejecimiento de la población no solo dispara el gasto en prestaciones por jubilación, sino también en sanidad. La razón es sencilla de comprender: los problemas de salud se relacionan directamente con la edad, con lo que cuanto más envejecida sea una sociedad, más dinero tendrá que dedicar a atender dichos problemas. Pero lo que estamos viendo en España desde finales de la década de los noventa es la reducción del listado de medicamentos que financia el sistema público de salud, mientras que desde que estalló la crisis las autonomías no hacen más recortar gastos en este capítulo y reduciendo personal de atención médica y sanitaria.

En este contexto, lo recomendable para toda aquella persona que se lo pueda permitir es mantener un seguro médico privado en la jubilación. Para ello necesitará disponer o bien de una pensión pública muy próxima a la máxima en España, que en 2015 se sitúa en 2.560,9 euros mensuales, o bien de ingresos adicionales procedentes del ahorro para la jubilación.

A este argumento se puede añadir una segunda razón relacionada con la salud para ahorrar de cara al retiro. Un estudio de los profesores Amitabh Chandra, de la Universidad de Harvard, y Jonathan Skinner, del Dartmouth College, titulado Technology Growth and Expenditure Growth in Health Care, muestra cómo la competencia entre sociedades médicas privadas en Estados Unidos incrementa el gasto en tecnología médica y, con él, el desarrollo tecnológico relacionado con la salud. Esto permite a los clientes acceder rápidamente a los tratamientos más avanzados y novedosos. A su vez, el propio desarrollo de la tecnología médica ha contribuido de forma sustancial tanto a incrementar la esperanza de vida como a disfrutar de un mejor estado de salud en esos años adicionales. Y la gente está dispuesta a pagar por ello.

Medicaid, el sistema público de salud estadounidense que, entre otros grupos de población, incluye a todas las personas mayores de 65 años con unos ingresos anuales inferiores a 15.000 dólares (13.400 euros), en cambio, no consigue resultados tan buenos. Pues imagínense cuáles serían estos con un sistema público de salud en proceso de contención y recorte de gastos.

En resumen, cuando uno piensa en su economía de cara a la jubilación no solo debe tener en mente el mantenimiento de su nivel de vida. También debe pensar en cómo financiar un buen estado de salud.

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Autor

Emilio González

Emilio González, profesor de economía española, europea y mundial en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Autónoma de Madrid.

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