Una de las cuestiones más importantes que deben tenerse en cuenta a la hora de elegir un plan de pensiones es la referente a las comisiones de depósito y gestión del mismo, porque reducen la rentabilidad final que obtiene la persona de los ahorros para la jubilación.
Podemos ver un ejemplo de la importancia de esta cuestión relacionándola con la inflación: si la rentabilidad de un plan de pensiones en un año determinado ha sido del 3% y los precios de consumo han crecido el 2%, entonces se ha producido una ganancia real del 1%. Pero si se pagan comisiones por depósito y gestión que sumen, en total, un 1,5% del patrimonio acumulado en el fondo, entonces lo que se produce es una pérdida, en términos reales, del 0,5%. Es decir, el poder adquisitivo del dinero que usted tiene invertido en el plan de pensiones se ha reducido en medio punto porcentual. Y si la rentabilidad es menor, o incluso negativa, puede encontrarse con una reducción del total de dinero ahorrado en el plan como consecuencia de las comisiones.
El tema de las comisiones de los planes de pensiones es especialmente importante en España porque, según los datos de la OCDE, en nuestro país esas comisiones son las terceras más altas de entre los estados miembros de la organización, solo superadas por Estonia y la República Checa. De acuerdo con las cifras que ofrece la organización de los países más industrializados del mundo, las comisiones de gestión en España, en 2013, fueron seis veces más altas que las que se aplican en Alemania o el Reino Unido, cinco veces más elevadas que las de Bélgica o tres veces mayores que las de Austria, por poner tan solo unos pocos ejemplos de países de nuestro entorno.
Para tratar de corregir esta situación, a finales del año pasado entró en vigor el nuevo límite máximo a las comisiones de depósito y gestión de los planes de pensiones establecido por el Gobierno. Ahora, la comisión de gestión no puede superar el 1,5% anual, frente al 2% anterior, mientras que la de depósito no puede sobrepasar el 0,25%, frente al 0,5% de antes. Cuando las comisiones se aplican en función de los resultados, el techo máximo es del 1,25% anual sobre el patrimonio más el 9% del resultado obtenido. A pesar de esta rebaja, esos techos siguen siendo elevados en comparación con los restantes países de la OCDE. Además, muchas entidades gestoras aplican las comisiones máximas.
En este sentido, es importante que, a la hora de elegir un plan de pensiones, previamente se efectúen comparaciones con otros para ver el nivel de comisiones que aplica cada uno y, de esta forma, elegir el más adecuado. Por supuesto, el porcentaje de la comisión no es el único elemento a tener en cuenta. También hay que valorar la rentabilidad, o la calidad del fondo de acuerdo con las valoraciones de las empresas que los califican, por ejemplo. Pero, en cualquier caso, nunca hay que perder de vista las comisiones.
Otra cuestión que hay que tener en cuenta es que las comisiones de los planes de renta fija, o de los garantizados, deben ser más bajas que las de los planes de renta variable. ¿Por qué? Pues porque los planes de renta variable, esto es los que invierten en acciones, deben tener una gestión dinámica. Dicho de otra forma, deben comprar y vender valores en función de su potencial de revalorización o de su capacidad de retribuir al accionista con dividendos, con el fin de obtener buenas rentabilidades. En cambio, en los planes de renta fija, o en los garantizados, lo que se hace es comprar bonos en función del tipo de interés que paguen y mantenerlos hasta su vencimiento.
