(PD/Agencias).- Tampoco el ‘caso de los sellos’ se libra de una de las penalidades que sufre España: la lentitud de la Justicia. Aunque se trata de una de las principales y clásicas quejas de los españoles, parece que los números justifican o excusan la tardanza de los tribunales.
Es el ejemplo del juzgado mercantil número 6 de Madrid, que cuenta con más de 240 casos en su registro, es decir, el juez está bajo una montaña de papeles. Sin embargo, este ejemplo tiene mayor trascendencia mediática porque trata del juzgado que conocerá del concurso –suspensión de pagos o quiebra- de la empresa filatélica Afinsa.
El de esta compañía será uno de los concursos más grandes de los que se han conocido en España. El juez mercantil que está llevando el caso es José Manuel de Vicente.
La situación no distaría mucho de otros ejemplos que conocen los abogados y jueces de casos parecidos en cada jurisdicción, ciudad y pueblo, pero, en este asunto en concreto, en el escándalo de los sellos, la relevancia es indudable.
De hecho, como ya adelantó este diario, debido a la carga de trabajo a la que se están viendo sometidos, los jueces pidieron ayuda al Consejo General del Poder Judicial para poder hacer frente al caso de la suspensión de pagos de las filatélicas.
Los juzgados mercantiles 6 y 7 de Madrid fueron creados a principios de este año para aliviar de trabajo a los cinco primeros, que se pusieron en marcha hace un par de años. Ahora, pocos meses después de empezar a andar, los juzgados ya están de nuevo saturados. Los más de 240 caso que maneja el juzgado mercantil número 6 es un claro ejemplo.
