Más de 400.000 abonados dejan el mercado eléctrico liberalizado

La liberalización eléctrica que entró en vigor en el 2003 naufraga. Más de 400.000 clientes que tenían contratos en el mercado liberalizado han regresado a la tarifa regulada durante la primera mitad de este año. Y el proceso sigue, ya que las compañías están rescindiendo los contratos anuales firmados con particulares y empresas a medida que vencen porque les resulta imposible competir con la tarifa oficial de las distribuidoras como Endesa, que no reconoce los costes actuales de producción.

Cuenta Agustí Sala en El Periódico que, durante la primera mitad de este año, se ha detectado «una parada del proceso de acceso al mercado de los consumidores domésticos y las pymes», según la Comisión Nacional de Energía (CNE).

El aumento de los costes de producción ha hecho que las comercializadoras, que compran en el mercado mayorista y venden en el mercado libre, adquieran la energía a un precio mayor del que luego la pueden vender para competir con la tarifa oficial.
Las propias empresas se encargan de realizar las gestiones para dar de alta de nuevo al cliente en el mercado regulado.

Según el sector, la mayor traba a la liberalización radica en el mecanismo que reconoce a las distribuidoras, que forman parte de una actividad regulada, el derecho a cobrar el desfase entre los ingresos reconocidos por el Gobierno (la tarifa) y los gastos reales que tienen.

Ese déficit llegó a 2.559 millones hasta septiembre, según la CNE. En el 2005 superó los 3.800 millones.

CONSULTORÍA EN VEZ DE VENTA
En cambio, las comercializadoras que no pertenecen a grupos como Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa o HC Energía carecen de esa compensación.

«Para vender con cierto margen debería cobrar al cliente un precio en torno a un 20% superior al de la tarifa regulada», explica Emili Rousaud, director general de Factorenergía.

Esta compañía decidió hace unos meses centrarse en la consultoría energética ante la imposibilidad de unas ventas rentables.
En este grupo se incluye Gas Natural, que ha frenado en seco la comercialización de electricidad, un negocio en el que era fuerte. En el último año, ha rescindido casi 100.000 contratos.

Pero también la filial de Iberdrola –que a diferencia de Gas Natural disfruta del derecho a cobrar el déficit de la tarifa a por su negocio de distribución–, que ha optado por frenar su actividad.

Esta compañía ha rebajado a la mitad su cuota de mercado en el segmento liberalizado, del 34,51% a finales del 2005 al 17,84% actual. Sólo Endesa ha mantenido una actividad frenética. Su filial comercializadora ha pasado del 35,11% de este mercado, al 47,85%, gracias a agresivas campañas comerciales.

INCREMENTO DE COSTES
La carta remitida por una de estas compañías a usuarios a los que próximamente vence el contrato de suministro es bien ilustrativa: «Desde el 2004 hasta junio del 2006, el coste de la electricidad en el mercado mayorista ha experimentado en nuestro país un incremento que, en promedio, supera el 119%.

Durante el mismo periodo de tiempo, el precio de la tarifa regulada que aprueba el Gobierno, y que sirve de referencia para fijar el precio que usted paga por la electricidad que suministramos, ha experimentado un crecimiento del 6,3%».

Los costes –no recogidos en la tarifa oficial– han dejado atrás la guerra comercial de hace un año entre compañías. La forma cómo se disputaban los clientes desembocó en expedientes e incluso multas a las comercializadoras como Gas Natural y Endesa, que se hicieron con clientes sin su consentimiento expreso.

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