(PD/Agencias).- Zhang comenzó a juntar papel de desecho en 1990 en Los Ángeles y a enviarlo a China para producir el cartón que necesitaban los sectores exportadores en crecimiento. Su empresa, Nine Dragons Paper Holdings Ltd., es hoy la mayor fabricante mundial de embalajes.
Sus acciones aumentaron cuatro veces desde que empezaron a cotizarse un año atrás, llevando la fortuna de Zhang a US$ 4.700 millones.
«Otros veían el papel como basura pero yo lo veía como un bosque de árboles», dijo Zhang Yin (49). «Tuve que aprender desde cero. La empresa éramos mi marido y yo, y yo no hablaba ni una palabra de inglés».
Inversores como Merrill Lynch &Co. apuestan a Zhang, teniendo en cuenta que las empresas chinas que fabrican de todo, desde computadoras hasta bicicletas, demandan cada vez más cajas de cartón. Las exportaciones chinas se quintuplicaron alcanzando US$ 762.000 millones en la última década. Según el Informe Hurun, Zhang es hoy la mujer más rica del mundo por esfuerzo propio, aventajando a la animadora de EE.UU. Oprah Winfrey y a la directora de Ebay Meg Whitman. Hurun, que lleva un ranking de los ricos en China, publicó que Zhang era la persona más rica del país y estimaba su fortuna en US$ 3.400. La carrera de Zhang sigue paso a paso la apertura económica de China que desde comienzos de los ’80 se vio impulsada por la producción para exportación.
Al llegar a la entonces colonia británica de Hong Kong proveniente de la provincia vecina de Guangdong en 1985, Zhang era contadora en una firma comercial china que quebró en un año.
«Cuando perdí mi empleo, tenía como opciones volver al continente o encontrar trabajo en Hong Kong», contó. Su padre, Zhang Deen, había sido teniente en el Ejército Rojo. «Los amigos de su padre han jugado un papel instrumental en el ascenso de Zhang. Le abrieron puertas en todos los niveles del gobierno», dice una fuente. En vez de aceptar una oferta de empleo en Hong Kong, Zhang fundó una empresa con un capital inicial de US$ 3.842 y empezó a comprar papel de desecho en EE.UU..
En 1990 Zhang se trasladó a Pomona, en Los Ángeles y condujo una empresa recolectora de papel desde su departamento. Con su marido, un médico taiwanés criado en Brasil, compró desecho de basurales, transformando a American Chung Nam Inc. en el mayor exportador de papel de desecho de EE.UU.. Zhang se aseguró fletes baratos porque muchos barcos estaban casi vacíos de regreso a China, después de bajar sus cargamentos. China carece de madera y pulpa por haber talado muchos de sus bosques durante el Gran Salto Adelante de Mao, un impulso a la industrialización entre 1958 y 1962 que resultó en una gran hambruna y en daño ambiental.
«Los chinos estaban desesperados por conseguir papel de desecho», dijo Zhang. «Lo único que hice fue ayudar a cubrir esa necesidad». En 2010 la demanda china de cartón podría aumentar a 34 millones de toneladas, o sea un 24% de la demanda global. Será así el mayor consumidor. El país utiliza hoy unas 21 toneladas anuales, o sea 18% de la demanda global.
Las empresas chinas quieren impulsar la producción ahora que algunas rivales estadounidenses cierran sus plantas. Co mo sucede habitualmente con los fabricantes chinos, Nine Dragons es una empresa familiar. Zhang, su marido y su hermano son dueños del 72%. Su hijo de 25 años, que estudia para obtener una maestría en ingeniería financiera en la Universidad de Columbia, forma parte del directorio.
El éxito de Zhang refleja el poder creciente de las mujeres en esta próspera economía. Hay 48 mujeres chinas con fortunas de por lo menos US$ 63 millones. «En lo que a trabajo se refiere, yo no separo a hombres y mujeres», dijo Yhang. «Tengo capacidad para resistir mucha presión».
