(PD/Agencias).- Ante el espectáculo que ofreció hace unos días el presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, al descalzarse en la mezquita de Edirne (Turquía) y exhibir agujeros en ambos calcetines, los productores de esta prenda en el país han decidido enviarle una docena “de buena calidad” para que no le vuelva a pasar lo mismo.
Las cámaras de todo el mundo grabaron la imagen de Wolfowitz, uno de los hombres más poderosos del mundo y ex número dos del Pentágono, cuando se quitó los zapatos.
Según el vicepresidente de la Asociación de Productores de Calcetines de Turquía, Unit Ozurem, el presidente del Banco Mundial llevaba calcetines de procedencia china y se ha mostrado convencido de que “no habría tenido problema de este tipo si hubiera llevado un producto turco”.
En este sentido, Ozuren ha asegurado que Wolfowitz y otros altos cargos podrían evitar semejantes escenas penosas si aumentase el consumo de calcetines turcos en EE UU.