(PD/Agencias).- No faltan encontronazos entre Endesa e Iberdrola durante los últimos dos años. El reparto de los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2) entre las centrales eléctricas, la eliminación de los costes de transición a la competencia (CTC), el papel de las energías renovables en España y, sobre todo, el apoyo de Iberdrola a la opa hostil de Gas Natural sobre Endesa han alimentado el campo de batalla entre las dos mayores eléctricas.
Ahora llega un pleito contable que puede modificar en cientos de millones de euros los resultados de 2006 presentados esta semana por las dos empresas.
Después de varias semanas de reuniones entre directivos del área financiera de las dos eléctricas, acompañados por sus respectivos auditores (Deloitte en Endesa y Ernst & Young en Iberdrola), las compañías han sido incapaces de encontrar un criterio común para contabilizar el déficit de tarifa de 2006.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha pedido información a Endesa e Iberdrola sobre su discrepancia, por si hubiera que ampliar las comunicaciones efectuadas a los accionistas e inversores.
El déficit son los costes de producción de las eléctricas que no han podido cobrar en el ejercicio, por la insuficiencia de la factura de la luz. El Ministerio de Industria determina el montante de ese desajuste y permite que las eléctricas lo recuperen con cargo a la tarifa de próximos ejercicios. Gracias a esta garantía de cobro futuro, las empresas se apuntan el déficit como ingresos del ejercicio en cuestión.
El problema surge porque Endesa e Iberdrola estiman un volumen de déficit radicalmente distinto en 2006. Endesa habla de tres mil millones para todo el sector, mientras que Iberdrola lo sitúa en 1.600 millones. Según el reparto dictado por Industria, a Endesa le toca el 45% del décifit, y a Iberdrola el 35%.
Como consecuencia del distinto cálculo, Endesa apunta 1.341 millones en sus ingresos de 2006, que cobrará en el futuro porque espera que se reconozca todo el déficit que estima, mientras que Iberdrola sólo registra 565 millones.
El Ministerio de Industria recordó ayer que “las cantidades relativas al déficit tarifario de 2006 aplicadas por las eléctricas a sus cuentas no tienen carácter de definitivas y, por lo tanto, deben tomarse por el mercado como simples estimaciones a ajustar cuando se conozcan los datos finales”. El departamento que dirige Joan Clos prevé dar la cifra definitiva en julio de 2007.
Fuentes del mercado creen que la CNMV debería incorporar como hecho relevante esta advertencia de Industria.
La discrepancia nace de la distinta interpretación de un decreto-ley de febrero de 2006. Esa norma exige descontar del déficit el importe de los derechos gratuitos de emisión de CO2 de los que disfrutan las eléctricas.
El problema es que Endesa e Iberdrola interpretan ese decreto de manera casi opuesta: la empresa que preside Manuel Pizarro se descuenta mucho menos dinero que la que preside Ignacio Sánchez Galán.
El primer ejecutivo de Iberdrola dijo anteayer que su sistema está avalado por el auditor y basado en la máxima prudencia. Rafael Miranda, consejero delegado de Endesa, replicó ayer que la Comisión Nacional de la Energía (CNE) da la razón a su método. Fuentes cercanas a Endesa dicen que Iberdrola habría recortado su beneficio de 2006 para presentar una fuerte subida en 2007. Medios próximos a Iberdrola indican que Endesa puede arriesgar porque en julio estará en manos del grupo E.ON, que tiene en marcha una opa sobre la empresa.
Industria, que va a analizar central por central los costes de 2006, estima de forma preliminar un déficit de 2.000 millones: 900 serían para Endesa (441 menos de lo registrado en sus cuentas) y 700 para Iberdrola (135 millones más).
