Desplome histórico en Wall Street

(PD/Agencias).- Los avisos bajistas fueron un aperitivo de lo que estaba por venir: el gran batacazo de todos los mercados mundiales y en especial Wall Street. Los índices sufrieron la mayor caída diaria desde los días posteriores al 11-S de 2001.

No sólo eso: el desplome estuvo acompañado de un récord histórico de volumen y se vivieron momentos de pánico cuando el Dow Jones cayó 200 puntos en un minuto.

La caída final del Dow fue del 3,29% hasta 12.216 puntos, con caídas superiores al 1% para sus 30 miembros. De esta forma, el índice borró de un plumazo toda la subida acumulada en 2007. El S&P 500 cayó el 3,47% y el Nasdaq, un terrorífico 3,86% hasta la zona de 2.400 puntos.

La sangría fue tremenda entre los grandes del mercado: Alcoa y Verizon bajaron más del 4%, y Apple, General Motors y Disney se hundieron más del 5%.

Todo apunta a más caídas

Todo apunta a que la caída va a continuar: la violencia de la caída, la pérdida de soportes -aunque no se puede dar por roto todavía el más importante, los 1.760 del Nasdaq 100-, el fortísimo volumen y la subida estratosférica de la volatilidad.

Ya se sabe que las correcciones se sabe cómo empiezan pero no cómo terminan. Ni siquiera se puede saber a priori si estamos ante una corrección o un cambio de tendencia. Lo único cierto es que va a haber que esperar un tiempecito antes de volver a máximos históricos.

Múltiples frentes

Ayer hubo detonantes bajistas para todos los gustos: la famosa previsión de Greenspan de una recesión en 2007 ó 2008, los malos datos publicados ayer (los pedidos de bienes duraderos), el desplome de China por la posibilidad de subidas de tipos, el fin del carry trade mundial en Japón, la crisis inmobiliaria en EEUU, la tensión con Irán, el atentado contra Dick Cheney…

Con un cúmulo de circunstancias así, no es extraño el batacazo de las bolsas. Pero no nos engañemos. El escenario no ha cambiado tanto desde hace una semana, cuando el Dow marcaba máximos históricos: la mayoría de estos factores ya estaban ahí. Sólo que entonces el mercado veía la botella medio llena y ahora la ve bastante vacía.

Entrada de dinero en los bonos

Los bonos recibieron una fuerte entrada de dinero que huía despavorido de la renta variable. Su rentabilidad, que se mueve al revés del precio, se hundió hasta el 4,51% en EEUU, mínimo de más de dos meses.

El dólar también se dio un batacazo, en especial frente al yen; el euro subió a 1,3239. El petróleo volvió a subir hasta 61,46 y el oro cayó, de forma sorprendente para un activo considerado refugio. Claro que también había subido con mucha fuerza en las últimas semanas.

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