(PD/Agencias).- La «guerra» de opas sobre Endesa ha puesto de manifiesto la asimetría que existe en los mercados energéticos de la UE. Si sale adelante la oferta de Enel y de Acciona, la eléctrica madrileña perderá importantes activos y quedará en manos del grupo público italiano, al comprometerse Enel a comprar el mayor número de acciones en la opa.
Acciona sólo llegará al 25% y el resto será para la italiana.
Acciona ha firmado con Enel un contrato por el que mantiene el control de la compañía, pese a que la italiana será el mayor accionista. De hecho, lo más previsible es que la presidencia de Endesa la ocupe Acciona, pero el primer cargo ejecutivo será para Enel.
No obstante, está prevista en cuatro años la revisión de este contrato y, aunque el grupo de la familia Entrecanales insiste en que el acuerdo contempla la mayor parte de supuestos para seguir mandando, las fuentes consultadas dan por hecho que Enel «ha mordido la presa» y no la soltará, y prevén a medio o largo plazo una salida de Acciona con fuertes plusvalías, con las renovables de Endesa y, quizás, otros importantes activos.
De esta forma, Endesa será la tercera eléctrica nacional que estará bajo control de grupos extranjeros, después de que HC Energía (antes Hidrocantábrico) pasara a manos de la portuguesa EDP en 2001 y que Viesgo fuera adquirida por Enel en 2003.
De momento, tanto en Iberdrola como en Unión Fenosa, los inversores nacionales tienen la mayoría del capital. En este punto hay que matizar que el 50% de las filiales de gas y de renovables de Fenosa son de las italianas Eni y Enel, respectivamente.
Aunque Sacyr y La Caixa controlan Repsol YPF y Gas Natural, el hecho de que la francesa Suez haya aumentado su participación en esa gasista hasta el 11,3% ha vuelto a disparar las alarmas en el sector.
Los analistas creen que Suez está posicionándose ante los probables movimientos que se van a producir, máxime cuando su fusión con GDF está «en vía muerta».
La desaparición de la «acción de oro» y su baja cotización bursátil hacen que Repsol YPF aparezca en varias quinielas como opada. Por eso, su rumoreada fusión con Gas Natural tendría como primer objetivo blindar a las dos compañías para crear un gran grupo energético, bajo el control de La Caixa, tal y como planean el tripartito catalán y el Gobierno.
