(PD / EFE).- La Yakuza, la mafia japonesa, está cada vez más asentadas en el entorno empresarial. Ha encontrado en el mercado bursátil nipón el lugar idóneo para obtener fondos para financiar sus actividades delictivas.
Las organizaciones criminales están cada vez más asentadas en el entorno empresarial y financiero nipón, enriqueciéndose con la negociación de valores y obteniendo fondos para costear sus actividades.
Uno de los modus operandi más frecuentes consiste en invertir en compañías medianas que cotizan en bolsa y que pertenecen a antiguos miembros, para recoger después los beneficios sin tener que vincularse abiertamente, de forma que no quede constancia de su participación.
La policía asegura que resulta complicado articular medidas para frenar estas actividades, así como demostrar que el desvío de los beneficios obtenidos en los mercados bursátiles se destina a la financiación del crimen organizado en Japón.
El informe calcula que en la actualidad hay un total de 84.700 personas en Japón que pertenecen o simpatizan con la Yakuza y que estos grupos delictivos ingresan alrededor de 1,3 billones de yenes al año, más de 10.830 millones de dólares.