(PD).- La fiscalía de Bochum inició en la madrugada de este lunes la ola de redadas esperada desde que el pasado jueves salió a la luz el mayor escándalo fiscal de la historia alemana. Decenas de inspectores de Hacienda, ocho fiscales y cientos de policías participaron en una operación simultánea en Fráncfort, Múnich, Hamburgo, Stuttgart y Ulm.
El objetivo: residencias y despachos de los 1.000 acaudalados sospechosos de la masiva evasión fiscal mediante fundaciones en Liechtenstein destapada por los servicios secretos alemanes.
El gran fraude, que puede alcanzar los 4.000 millones de euros, quedó al descubierto mediante la compra de un DVD a un confidente por unos cinco millones. Se esperan 125 nuevas redadas esta semana.