Madrid, Navarra, País Vasco y Cataluña se consolidan como las regiones más competitivas de España

(PD).- Un estudio del BBVA mantiene casi intacto el ‘ranking’ regional por productividad respecto al de hace dos décadas aunque resalta que se ha producido un paulatino proceso de convergencia.

Los autores destacan la pérdida de competitividad que genera la rigidez del mercado de servicios europeo y minimizan el impacto de la construcción en este ratio.

La economía española es ahora más moderna, avanzada, competitiva y diversa que hace veinte años. Esto podría haberlo dicho cualquiera con un mínimo de capacidad de observación y conocimientos económicos, pero desde ayer puede también cuantificarlo.

Ernest Reig, catedrático de Economía de la Universidad de Valencia, y la Fundación BBVA presentaron ayer su estudio, ‘Competitividad, crecimiento y capitalización de las regiones españolas’.

En el mismo hacen una comparativa, así como un balance general, de la evolución de las comunidades autónomas en las últimas dos décadas. Y los resultados son muy interesantes, aunque quizás no demasiado sorprendentes. Madrid, Navarra, el País Vasco y Cataluña son las cuatro regiones más competitivas de España.

Eso sí, la convergencia entre las diferentes zonas del país (es decir, la capacidad de las más pobres de ir recortando la diferencia a favor de las ricas) ha sido positiva y, aunque poco a poco, ha igualado la situación que se vivía en el año de inicio del estudio,1985.

En este sentido, el estudio resalta que se ha producido una «ligera convergencia» en la productividad del trabajo entre las diferentes regiones españolas. Según esto, aquellas que menos competitivas eran hace veinte años, habían mejorado notablemente posiciones en 2005. Esta tendencia puede apreciarse con más claridad en el caso de las tecnologías de la información y la comunicación. Y entre todas, ninguna como Galicia ha conseguido superar la brecha que la separaba de las más avanzadas regiones de España en términos de infraestructuras, formación de los recursos humanos, innovación tecnológica y entorno productivo.

Éstos son los cuatro factores causales de la productividad que el informe utiliza para determinar la capacidad de cada región para mejorar sus resultados. Y, al igual que hace veinte años, es Madrid con su capacidad de atracción para las nuevas empresas la que encabeza las cuatro listas, seguida de el País Vasco, Navarra y Cataluña (que se reparten los puestos del segundo al cuarto). Y, también, al igual que en 1985 son Extremadura y Castilla la Mancha las que cierran este ranking de la modernidad económica española.

Tendencias a largo plazo

Los autores han querido destacar varias rendencias a más largo plazo (hasta cincuenta años se remontan) que explican algunas características propias de la economía española. La más destacada quizás, es la que se mide el desplazamiento del peso demográfico del interior al eje Mediterráneo-Madrid-Canarias, y que provoca que estas regiones pasen de representar el 39% de la población al 49,5% que suman en la actualidad

Por otro lado, el estudio insiste en el importante papel que juega la situación de los mercados de trabajo regionales en el análisis de la competitividad, variable que, según Reig, ha mejorado de una «forma espectacular» en España y se ha convertido en el principal pilar del crecimiento económico nacional.

En este sentido, Reig señaló que la situación más favorable en los comportamientos del mercado de trabajo en 2005 se dio en Cataluña, Islas Baleares y Madrid, frente a Ceuta, Melilla, Asturias, Andalucía y Extremadura, lo que demuestra, según Reig, la correspondencia entre la posición competitiva de las regiones y los buenos resultados de sus mercados de trabajo.

El ‘problema’ del sector servicios

Por su parte, la colaboradora del estudio, Matilde Mas, señaló que el problema de la productividad en Europa y, sobre todo, en España está «muy concentrado» en el sector servicios, excepto en el sector de la intermediación financiera, que funciona muy bien en España. Así, rechazó que la construcción sea uno de los principales problemas de España en este sentido, puesto que, según indicó, la aportación de este sector a la productividad española en el periodo 2000-2005 fue negativa en algunas regiones como Baleares o Murcia, pero muy positiva en otras como Asturias, Cataluña, Extremadura o Castilla y León. «La contribución negativa (a la productividad) es mayor en el sector servicios», señaló.

Finalmente, otro colaborador del estudio y profesor de la universidad de Valencia, Javier Quesada, destacó la necesidad de avanzar hacia un crecimiento «más intenso» en lugar de «más extensivo» cambiando la especialización productiva. «Hay que alcanzar un crecimiento sostenido y sostenible», concluyó.

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