El Banco de España cree que la economía crecerá como mucho un 2,5% este año

(PD).- Las rebajas de previsiones sobre el crecimiento de la economía española este año y el próximo se suceden.

Si el pasado lunes conocíamos las estimaciones de los principales servicios de estudios de entidades financieras e institutos de análisis nacionales, que fijaban una media de crecimiento para este año del 2,5% y para el próximo del 2,1%, ahora le toca el turno al Banco de España, y sus previsiones serán casi calcadas a las del consenso del citado panel de expertos.

Cuenta Y. Gómez en ABC que la próxima semana, cumpliendo la nueva ley de Estabilidad Presupuestaria, el Banco de España enviará un informe al Ministerio que dirige Pedro Solbes con sus estimaciones sobre la evolución de la economía española durante este año y el próximo.

Según los borradores preliminares de este documento que está manejando la autoridad monetaria, ésta rebajará al menos seis décimas la previsión que hizo hace ahora un año, cumpliendo este mismo trámite, y que fijaba el crecimiento español para 2008 en el 3,1%.

En ese momento, marzo de 2007, la previsión del Banco de España era pesimista comparada con la de otros organismos nacionales e internacionales, y con la del propio Gobierno español, que elaboró el Presupuesto para 2008 y sus objetivos de estabilidad presupuestaria con una estimación de crecimiento del PIB del 3,3%.

Meses más tarde, ya después del verano y del estallido de la crisis «subprime» en Estados Unidos, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ya reconocía en una comparecencia parlamentaria que la economía española podría crecer unas décimas por debajo del 3%.

La crisis crediticia internacional y la desaceleración del sector inmobiliario en España, a un ritmo ya no tan suave como el que se preveía, o mejor dicho, como el que se deseaba para que la contracción de la construcción pudiera ser absorbida por otros sectores, han llevado a la entidad a rebajar con más fuerza estas estimaciones, y a falta de la aprobación definitiva, se situará en el 2,5% o alguna décima por debajo.

Los técnicos de la autoridad monetaria española creen que la desaceleración continuará en 2009, ejercicio en el que la economía podría crecer en el entorno del 2,1%.

Además de las previsiones del Banco de España, el Ministerio de Economía recibirá también en los próximos días un informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) con sus estimaciones sobre la evolución de los distintos indicadores económicos durante 2008 y 2009, tal y como exige la nueva ley de estabilidad.

Con estas cifras en la mano el departamento que dirige Pedro Solbes elaborará el techo de gasto público para 2009 y los objetivos de déficit o superávit para los próximos tres ejercicios.

Además, con estas estimaciones en la mano, el Gobierno no tendrá más remedio que rebajar la previsión oficial de crecimiento para este año y el próximo, que ahora tiene fijadas en el 3,1% y 2,8% respectivamente.

Solbes, también
El vicepresidente económico instituyó como regla, si no escrita, sí cumplida a rajatabla durante la pasada legislatura, que el Gobierno sólo revisaba las previsiones macroeconómicas dos veces al año, a finales del mes de julio, al elaborar el cuadro macro que sirve de base para los Presupuestos del siguiente ejercicio; y a finales de diciembre, cuando se envían las previsiones a Bruselas.

El pasado mes de diciembre el Gobierno revisó a la baja sus estimaciones de crecimiento para este año, pero muy ligeramente. Del 3,3% de aumento del PIB que el Ejecutivo había previsto en julio, antes del estallido de la crisis subprime, se pasó al 3,1% cinco meses después y cuando ya la mayoría de los organismos internacionales hablaban de cifras de crecimiento de entre el 2,7% y el 2,5%.

La cercanía de las elecciones impidió al Departamento que dirige Pedro Solbes hacer una previsión más ajustada a la realidad, pero todo apunta a que ahora la rebaja será mayor, y que el Gobierno podría situar su estimación de crecimiento en ese mismo entorno del 2,5%, que es la cifra que más consenso suscita.

En todo caso, la duda está ahora en si Solbes romperá la regla de la legislatura anterior y revisará sus previsiones sin esperar al próximo mes de julio.

La fuerte desaceleración de la economía española tendrá un impacto directo en las cuentas públicas del año que viene. La simple actuación de los estabilizadores automáticos llevará a que los ingresos crezcan menos, porque hay menos actividad, y los gastos aumenten, porque habrá que pagar más prestaciones por desempleo, entre otras cosas.

La duda de los analistas está ahora en si el Gobierno tirará del gasto público para tratar de compensar la desaceleración de la actividad que se está produciendo en el sector privado.

Esto sería un error, según han advertido ya desde organismos nacionales e internacionales, como la Comisión Europea y el propio Banco de España, que en los meses previos a las elecciones señalaron los peligros de estos aumentos del gasto.

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