(PD).-La crisis económica española es seguida muy de cerca por los medios europeos. El periódico económico alemán Handelsblatt afirma que «la inflación afecta a la competitividad de España». A ésto le suma que «la subida de precios repercute directamente en los salarios». Y el Gobierno ZP ocupado en transmitir un fingido optimismo.
Según la crónica firmada por Anne Grüttner “la inflación española bate récord tras récord. Según daba a conocer ayer el Instituto Nacional de Estadística INE, el Índice de Precios de Consumo Armonizado IPCA subió en mayo al 4,7 por ciento, lo que supone medio punto más que en el mes de abril. Así pues, España vuelve a presentar el más alto incremento anual de precios en la eurozona. Para los propios españoles constituye el valor más alto desde que este indicador de precios fuera calculado por primera vez en 1998.”
En Francia preocupa la caída de las ventas inmobiliarias. Le Figaro, en una análisis firmado por S.M, afirma: “Los precios inmobiliarios se caen de narices en los países occidentales. Originaria de Norteamérica, la crisis se extiende a Europa. En Gran Bretaña, la bajada es histórica”.
“España sufre también las consecuencias de varios años de pura locura inmobiliaria, incentivada por los bajos tipos de interés europeos. El precio real de las viviendas ha bajado por vez primera desde hace más de diez años. En algunos mercados, la caída alcanza el 20% de las transacciones inmobiliarias que han descendido un 60% durante el primer trimestre. Nunca desde hace quince años, el crecimiento económico español se mostró tan debilitado como entre los meses de enero y marzo pasado”.
Il Sole 24 Ore (Italia), en una crónica de Michele Calcaterra, informa que «la inflación española a un paso del 5%”; anunciada en portada: “Inflación a niveles récord en España y en Bélgica”.
“En mayo la inflación en España se ha disparado al 4,7% (del 4,2 en abril), es decir al nivel más alto de los últimos once años. Es el más reciente de una serie de indicadores negativos anunciados en los últimos días, como confirmación del hecho de que la situación es difícil y de que el país corre el riesgo de entrar en una fase de estancamiento, cuando no de recesión. El dato negativo de la inflación se debe en gran parte al coste del petróleo, tanto es así que la diferencia entre España y el resto de Europa ha permanecido prácticamente invariable, lo que demuestra que todos los países de la UE han registrado un sensible aumento de los precios. Lo demuestra Bélgica, que ayer declaró una inflación del 5,2%, la más alta en los últimos 23 años”.
“El dato anunciado ayer resulta preocupante porque, con el aumento de la inflación, también los tipos sobre las hipotecas experimentarán a breve plazo un ulterior incremento, provocando un nuevo terremoto en el sector inmobiliario, enfrentado a una situación financiera seguramente alarmante. Según datos comunicados el pasado miércoles, en marzo la compra-venta de casas ha registrado un desplome del 39% con respecto a 2007, lo mismo que el número de las hipotecas y el capital prestado. Esto significa que el sector del ladrillo, antaño motor de la economía española dado que contribuye en un 10 al PIB, está parado y con él los sectores que de él dependen (el consumo de cemento ha disminuido un 11%) y el número de los trabajadores de la construcción que en los últimos meses ha registrado una disminución del 45%. Hasta el punto de que los parados a finales de año podrían superar el millón”.
“Esta concomitancia de causas ha tenido efectos muy negativos sobre las familias, que están fuertemente endeudadas, tienen dificultades para llegar a finales de mes y han reducido notablemente los consumos. Los grandes almacenes y las tiendas están registrando importantes disminuciones en las vetas, mientras que el mercado del automóvil y de los bienes de amplio consumo se ha estancado, pues nadie se aventura ya a comprar a crédito. En este marco, aumenta la morosidad de los bancos, aun permaneciendo a un nivel muy inferior al promedio internacional, lo que demuestra que el sector del crédito está sano. Por lo tanto, los años del auge han pasado. Por vez primera en más de un decenio, España afronta una crisis que en el mejor de los casos durará hasta la segunda mitad de 2009. En el primer trimestre, España ha crecido sólo un modesto o,3%, mientras que en el segundo el crecimiento podría ser incluso negativo. Lo suficiente para que los principales observadores prevean para el corriente año un aumento del PIB del 1,5-1,7%, dos puntos menos que en 2007”.
“Es una situación que podría tener efectos negativos en las cuentas públicas si, como parece, el gobierno tratase de sostener la economía con un aumento consistente de los gatos y de las inversiones en infraestructuras. Por lo tanto, es muy probable que en 2008 España pase de un superávit del 2,23% (más de 20.000 millones de euros) de 2008 a un importante déficit. Los márgenes de maniobra para 2009 serán mínimos y la situación podría hacerse aún más difícil. Los empresarios piden al gobierno que reduzca los impuestos sobre las empresas y las cuotas sociales, y que haga más flexible el trabajo. La respuesta se espera para el 9 de junio, cuando Zapatero puntualice la situación y podría anunciar nuevas medidas de intervención”.
