(PD).- Al despido de 1.100 empleados de Spanair, el recorte de vuelos de Ryanair y su cese de operaciones en dos aeropuertos españoles, se une ahora el anuncio de suspensión de empleo de 1.500 trabajadores de la aerolínea australiana Qantas. Los crecientes precios del combustible continuan generando serias consecuencias para el sector, que busca con estas medidas recortar gastos.
Durante esta semana, las aerolíneas Spanair y Ryanair han anunciado despidos y suspensión de vuelos, respectivamente, lo que confirma que las compañías aéreas están pasando por serios apuros para hacer frente a la crisis del petróleo. Este viernes, Quantas, empresa aérea australiana, ha confirmado a través de su consejero delegado, Geoff Dixon, que 1.500 trabajadores serán despedidos.
A tamaña decisión, la aerolínea afirma que cancelará su plan para contratar a 1.200 nuevos empleados y congelará el sueldo a los directivos después de que sus perspectivas de crecimiento para el presente año fiscal se redujeran a cero desde el ocho por ciento inicialmente estimado.
Dixon explicó que la compañía aérea tomó la decisión para combatir la crisis mundial en el sector de la aviación por la carestía del petróleo, que la semana pasada superó por primera vez en su historia los 147 dólares por barril.
Con esta iniciativa, Qantas protegerá sus restantes 36.000 puestos de trabajo, y mantendrá su posición competitiva para poder volver a crecer cuando la situación mejore en el futuro, según el jefe de la aerolínea.
El recorte de plantilla no será bien recibido por los empleados de Qantas, cuyos ingenieros llevaban en huelga desde hace tres semanas para pedir un aumento salarial, antes de suspender el paro por la visita a Australia del Papa Benedicto XVI
