Los inversores de todo el mundo nunca habían apostado tanto por la caída de las acciones

(PD).- Los inversores del mundo entero están apostando más de 1 billón de dólares -628.000 millones de euros- a un colapso de los precios de las acciones.

Gestores desde William Ackman a Jim Rogers invirtieron en julio un total de 1.400 millones de dólares contra las sociedades hipotecarias de Estados Unidos, Fannie Mae y Freddie Mac, buscando una fuerte caída de los títulos, como finalmente ocurrió.

Pero no han sido las únicas firmas de inversión bajistas del mercado. Harbinger Capital Partners arriesgó 665 millones de dólares a que el banco británico HBOS caería en bolsa, y las ventas a corto sobre el brasileño Vale do Rio Doce, del gestor del fondo de cobertura con sede en São Paulo, Francisco Meirelles de Andrade, también han dado altos rendimientos a estos especuladores.

Los mercados bajistas dominan

En la actualidad, más de 1,4 billones de dólares -880.000 millones de euros- en renta variable de todo el mundo están ahora en préstamo, alrededor de un tercio más que a principios de 2007, según datos compilados por Spitalfields Advisors, firma con sede en Londres especializada en préstamos de valores. «Casi todo eso se está utilizando para especular que los títulos caerán», según James Angel, un profesor de finanzas en la Universidad de Georgetown que estudia las ventas a corto.

La desaceleración económica global, con 447.000 dólares en pérdidas bancarias y una explosión de fondos que pueden beneficiarse de las caídas de las cotizaciones han incrementado esta operativa, contribuyendo a que 22 de los 23 países que se incluyen el MSCI World tengan actualmente mercados bajistas. «Es una enorme cantidad de dinero», dijo Peter Hahn, un investigador de la Cass Business School y ex director general de Citigroup, en Londres. «Las ventas a corto han llegado muy lejos. Forman parte cada vez más de las actividades financieras corrientes y los inversores de largo tienen que comprender que los cortistas no son el demonio».

Aunque los reguladores de Estados Unidos y Reino Unido han hecho más estrictas las normativas para los vendedores a corto, en medio de los temores a que sean ellos quienes estén acelerando este año los más de 11 billones de dólares en pérdidas en renta variable de todo el mundo, países desde Indonesia a India están abriéndose a esta práctica. Esta operativa implica tomar prestados valores para venderlos con la expectativa de que pueden ser recomprados a un precio más bajo antes de devolver el crédito anterior. Mientras tanto, el inversor que pide los títulos en prenda tiene que devolverlos junto con un interés.

Las ventas a corto en la Bolsa de Nueva York subieron el mes pasado al 4,6% de las acciones totales, el mayor aumento desde al menos 1931, según datos compilados por Bespoke Investment, en el estado de Nueva York, firma que gestiona el dinero de inversores de grandes patrimonios y proporciona análisis financiero a las instituciones.
Fuerte descalabro

Las ventas a corto de acciones de Fannie Mae y de Freddie Mac subieron antes de que los títulos se desplomaran este mes por el temor a que ambas sociedades necesiten un plan de rescate que perjudicaría a los accionistas.

Fannie Mae cae un 64 por ciento desde finales de junio, cuando las posiciones cortas ascendían a 138,7 millones de acciones, a fecha del 15 de julio, según datos compilados por Bloomberg y NYSE. Freddie Mac pierde un 68 por ciento desde finales de junio al 15 de julio después de que el número de acciones en posiciones cortas ascendiera a 83 millones al 30 de junio, el volumen más alto desde 1991.

A pesar del rebote del 90 por ciento en Fannie Mae y del 75 por ciento en Freddie Mac en los tres últimos días de negociación de la semana pasada, los inversores a corto habrían obtenido un beneficio total de al menos 1.400 millones de dólares entre el 30 de junio y el 15 de julio.

«Los vendedores a corto son una parte muy importante del ecosistema de nuestros mercados financieros», dijo Ángel, profesor de la McDonough School of Business, de la Universidad de Georgetown, en Washington. «De la misma manera que los leones acechan a los rebaños, ellos acechan a los animales más débiles. Los cortistas eligen una empresa en la que hay una legítima controversia sobre su valoración».

Los vendedores europeos a corto también se han beneficiado de las ventas generalizadas. El Euro Stoxx 50 ya se deja un 24 por ciento desde el 1 de enero en línea con el resto de mercados europeos, como el español, que recorta un 22 por ciento.

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