(PD).- Brian Brooke, de Merrill Lynch, no pudo resistirse a hacer una broma. «Buenos días, yo no voy a hacer ninguna pregunta sobre España». La conferencia con analistas para la presentación de los resultados de Vodafone estaba terminando.
Escribem M. Jiménez y C. Delgado en El País que, en poco más de 20 minutos de intercambio de pareceres entre el primer ejecutivo del gigante del móvil, Arun Sarin, su director financiero, Andy Halford, y los analistas de las firmas de inversión, España había sido citada ya 55 veces. Casi todas, para mal.
Vodafone señaló a España, el motor del grupo en los últimos años, como la causa de sus decepcionantes resultados de su primer trimestre fiscal (de abril a junio). Pero la firma británica no está sola.
Ese mismo día y en los siguientes, los primeros ejecutivos de decenas de multinacionales han alertado sobre el deterioro de su negocio en España en presentaciones a analistas realizadas en Londres, Nueva York, Los Ángeles, Chicago, París, México DF, Ámsterdam, Estocolmo o Milán.
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