Las Letras del Tesoro ganan en rentabilidad a los fondos monetarios

(PD).- Entre las opciones que tienen los inversores conservadores que no buscan ningún tipo de riesgo, hay dos que resultan muy accesibles: las Letras del Tesoro a un año y los fondos monetarios puros, es decir, aquellos que invierten toda o casi toda la cartera en activos de renta fija gubernamental o empresarial de la mejor calidad.

Subraya Ernest Vega en El Economista que también están los depósitos y las cuentas, que en algunos casos tienen en marcha ofertas muy agresivas para captar dinero, pero donde el ahorrador debe tener en cuenta el riesgo de la entidad financiera con los que los contrata.

Y de entre los dos artículos comentados, ¿cuál está funcionando mejor? De partida, la batalla de la rentabilidad la ganan las Letras. Las subastadas en agosto del año pasado -para no comparar peras con manzanas, la medición entre ambos productos hay que hacerla tomando como referencia la subasta de hace un año y no la realizada el pasado miércoles- ofrecieron una rentabilidad del 4,27%.

Pues bien, esta cifra tan solo ha superado uno de los fondos monetarios de gestoras españolas accesible a particulares: el Dinercam de Caja Caminos, con una ganancia del 4,57% en este periodo.

Quien compró letras ganó en rentabilidad

Entre el resto, los mejores se han quedado rondando el 4%, lo que indicaría que quien compró Letras del Tesoro hace un año ganó unas décimas más que quienes en esa misma fecha se hicieron con uno de estos fondos, aun eligiendo los que tienen unas comisiones más bajas, como el Fonditel Dinero, que tan solo cobra a sus partícipes un 0,14% entre comisiones de gestión y depositaría, o el Abante Tesorería, que cobra un 0,15% por ambos conceptos. El primero obtiene una rentabilidad del 4,08% en el último año, mientras que el segundo se revaloriza un 3,89%

Ahora bien, en la diferencia entre las Letras y estos productos conviene tener en cuenta la influencia de un importante matiz. En la rentabilidad de los fondos están descontadas las comisiones que cobra la gestora, mientras que a la cifra que sale de la subasta el inversor tiene que restarle los costes de compraventa que le aplicará si lo hace a través de una entidad financiera.
Mejor fiscalidad si es traspaso

¿Significa esto que es mejor invertir en Letras que en monetarios? Depende de las necesidades de cada ahorrador. Si el ahorrador no tiene el dinero en fondos, casi seguro que le saldrá mejor. Pero no sucede así si el dinero que se va a invertir procede de otro fondo de inversión.

En este caso, si el ahorrador traspasa el dinero de un producto a otro retrasa el pago de impuestos por las plusvalías. Con lo cual tiene más dinero para invertir que otro inversor que venda su fondo para comprar letras, ya que no se le restará el 18% de las ganancias anteriores, como sí le ocurre a éste.

Lo mismo sucede cuando el inversor decide llevarse el dinero del refugio conservador. Si pasa a otro fondo también difiere el pago de impuestos, mientras que si había invertido en Letras del Tesoro tendrá que pasar por la ventanilla de Hacienda para tributar los intereses obtenidos.

La mejor opción

Para el inversor que se decanta por un monetario, ¿cuál es la mejor opción? ¿El que ha sido más rentable en el último año, que en este caso es el Dinercam de Caja Caminos? No tanto. Primero, porque puede que el más rentable lo sea porque invierta parte de la cartera en bonos empresariales, que aunque sean de muy buena calidad, siempre tienen mayor riesgo de impago que un bono del Gobierno.

Este es el caso de Dinercam, que según los datos del segundo semestre registrados en la Comisión Nacional del Mercado de Valores, tenían cerca de la mitad de la cartera en bonos no gubernamentales. Si un inversor quiere asegurarse de no tener ningún susto deberá buscar por lo tanto productos que sólo inviertan en deuda del Estado.

Lo que sí debe evitar el ahorrador en esta clase de fondos son aquellos con comisiones altas. Y un buen límite es el 0,7%, entre gastos de gestión y depositaría. La estadística demuestra que ninguno de los fondos que cobran más de este porcentaje suelen estar entre el 50% mejor de su categoría en los rankings de rentabilidad. Y, habitualmente, los que tienen las comisiones más bajas suelen estar en las primeras posiciones, como se puede ver en el gráfico que acompaña a esta noticia.

VÍA EL ECONOMISTA

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