(PD).-En una entrevista concedida al programa de Intereconomía televisión «El gato al agua», el Ministro de Trabajo Celestino Corbacho, ha explicado la situación de la crisis y su repercusión en el paro.
El ministro ha reconocido que España se encuentra en una crisis de gran calado de la que no se saldrá a corto plazo. La crisis es de origen nacional e internacional y será necesario que las medidas se tomen fuera y dentro de España, como hemos entrado de la mano de Estados Unidos y la Unión Europea, también saldremos de su mano.
Sobre la actuación del Gobierno explicó que se han emprendido medidas de carácter presupuestario y sociales. Lo importante para el ministro, como dice Rodríguez Zapatero, es que se mantenga la red social que mantiene a los parados. Corbacho ha reconocido que estos parados proceden principalmente de la construcción y servicios y que será imposible que se recupere el 100% de los empleos perdidos. Entre las medidas adoptadas a corto plazo ha señalado la revisión de los planes de empleo, que se hicieron en etapa de crecimiento y la búsqueda de recolocación de los desempleados. También sería importante la reactivación del crédito a las empresas para que las pymes puedan recapitalizarse.
Sobre la situación del servicio público de empleo, el ministro reconoció, en su entrevista en Intereconomía, la posibilidad de entrar en déficit, pero no le ha dado mayor importancia. Ha cuantificado en 19.000 millones de euros las necesidades que tendrá este servicio si se cumplen las expectativas de paro que prevé el Gobierno (el 12,4%), frente a los 15.000 que requiere en estos momentos.
Para desmentir que el Gobierno haya pecado de falta de previsión ante la crisis, Corbacho ha señalado que toda la planificación se hizo hace ocho meses, cuando se crecía económicamente, y que la caída en picado de los indicadores se ha producido en los últimos cuatro meses. Pero, siguiendo el ejemplo del presidente del Gobierno, se ha mostrado optimista al señalar que ya hay, al menos tres indicadores que indican que lo peor ha pasado: la bajada del precio del barril de petróleo, el descenso de la inflación y la política monetaria de la UE con respecto a los tipos de interés.
De cualquier manera, ha afirmado creer en el principio de que las crisis que se producen rápidamente se solucionan con la misma rapidez, por lo que en el segundo semestre del año próximo se apreciará ya ese proceso.
La segunda parte de la entrevista concedida al Grupo Intereconomía ha tratado de la financiación autonómica, para lo que el ministro ha explicado que la negociación se dificulta porque todas las administraciones públicas deben restringir el gasto y por eso no se puede ceder a exigencias que en momentos de bonanza económica podrían tenerse en cuenta. Pese a que afirma que el gobierno de Cataluña tiene razón al pedir más financiación porque han aumentado en población considerablemente, la cohesión social y territorial obligan a que contribuyan al crecimiento del resto de las regiones.
A pesar de las dificultades, el ministro se ha mostrado optimista ya que está seguro de que se llegará a un acuerdo que convenga a todos los implicados.
