La dirección de la planta de Ford en Almussafes (Valencia) negocia con los sindicatos una reducción de plantilla (bien a través de un Expediente de Regulación de Empleo -ERE-, bien a través de un expediente de regulación de jornada) que afectará a 1.300 de los 7.500 trabajadores con los que actualmente cuenta la factoría, según Gonzalo Pino, secretario general de UGT en la empresa.
Los empleados más afectados son los del turno de noche, según asegura el portavoz de CCOO-PV en esa factoría, Miquel Rosaleny. La decisión estaría motivada por las caídas en las ventas de automóviles de los últimos meses, que han llevado a Ford Europa a recortar la producción.
La fábrica de Valencia tenía previsto fabricar unos 1.450 Ford Focus al día hasta que, en febrero, empezara la producción del nuevo modelo de Fiesta. A la vista del comportamiento del mercado, sin embargo, la compañía se inclina ahora por repartir la fabricación del Focus entre Alemania y Valencia. En esta última, la producción diaria puede caer, según fuentes sindicales, hasta las 1.000 unidades.
El sindicato UGT, que tiene una aplastante mayoría entre los trabajadores de la planta cercana al 80%, confía en evitar despidos (el ERE) repartiendo las consecuencias del recorte de carga de trabajo entre los tres turnos con los que Almussafes cuenta ahora.
El vicepresidente segundo y consejero de Economía del Gobierno valenciano, Gerardo Camps, ha pedido «no dramatizar» con una medida «normal» dada la caída de ventas, que debería corregirse cuando el sector recupere el ritmo que mantenía antes de la crisis. Camps ha asegurado además que la Generalitat velará por los «derechos» de los empleados. La decisión de la compañía amenaza con dar al traste con el acuerdo que sindicatos y empresa firmaron en 2007, tras dos años de negociaciones, para garantizar el futuro de la planta.
600 empleos menos en General Motors
Por su parte, la dirección de General Motors (GM) España pretende suprimir durante un año 600 contratos en la planta de Figueruelas (Zaragoza) para afrontar la caída de la demanda, ha informado el presidente del Comité de Empresa, José Juan Arcéiz.
La medida, que comenzará a negociarse la próxima semana, afectará principalmente al personal de manufactura de la planta, donde trabajan unas 7.500 personas y produce de manera simultánea el Opel Corsa, el derivado comercial Combo y el monovolumen Meriva.
El comité, con el que se ha reunido esta mañana la dirección de la empresa, ha recibido con «sorpresa» esta medida, que la compañía justifica en la caída de la demanda en un 10%.
