(PD).- Las próximas 24 horas son «críticas» para estabilizar los mercados y los gobiernos necesitan tomar medidas agresivas para impedir que las bolsas sigan hundiéndose, dijo ayer la principal asociación de banca del mundo.
«Las próximas 24 horas son críticas para la crisis financiera, esta noche, mañana son momentos muy críticos», afirmó en rueda de prensa en Washington Josef Ackermann, presidente del Instituto Internacional de Finanzas – IIF-, la mayor asociación de banca del mundo y responsable del gigante bancario alemán Deutsche Bank.
El llamamiento se produjo cuando los 15 gobernantes de la zona euro, el Eurogrupo, se encontraban reunidos en París para considerar una posible acción conjunta contra la crisis.
EEUU, por su parte, anunció el pasado viernes que empezará a comprar acciones de los bancos «con la mayor celeridad posible» para recapitalizar así a las dañadas instituciones financieras.
«Creo que tenemos que hacer lo que sea necesario para restaurar la confianza, incluso si es un poco artificial con alguna ayuda estatal y garantías», añadió Ackermann, quien no aportó detalles más concretos.
«Creo que todos los gobiernos involucrados entienden el mensaje», indicó el ejecutivo alemán.
Hizo hincapié en que «es esencial volver a restaurar la confianza». «Eso requiere tanto acciones coordinadas a nivel internacional como esfuerzos decididos por parte de las propias firmas (financieras)», añadió.
Fue un «error» dejar quebrar a Lehman
Ackermann también calificó de «error» el que EEUU dejase que el banco de inversión Lehman Brothers fuese a la quiebra, lo que intensificó de forma dramática la crisis en el país y provocó una caída en cadena de los mercados mundiales.
«Es entendible desde el punto de vista político», dijo Ackerman de la decisión del Gobierno estadounidense, «pero dado que nos encontrábamos ante una crisis que no habíamos visto nunca antes con anterioridad fue ciertamente un error».
La quiebra de Lehman hizo, según Ackermann, que cundiese el desconcierto entre los inversores y los propios bancos, al no saber si Washington y el resto de centros financieros mundiales saldrían al rescate o dejarían colapsar a las entidades en apuros.
Eso provocó una caída en picado de las acciones de los bancos estadounidenses y de otras naciones e hizo que se congelasen los mercados crediticios, que todavía no han recuperado la confianza perdida pese a las medidas excepcionales adoptadas desde la caída de Lehman por los gobiernos y bancos centrales de los países desarrollados.
La «peor crisis»
Por su parte, el presidente de Citibank, William Rhodes, afirmó que la actual crisis financiera es la peor de sus 50 años como banquero e instó a que las medidas anunciadas este viernes por el Grupo de los Siete (G7) se apliquen con «urgencia».
«Esta es la peor crisis en mis 50 años como banquero», afirmó Rhodes, quien participó también en el encuentro del IIF, que coincide con la asamblea anual en la capital estadounidense del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
«Ni en la crisis de deuda de la década de los 1980 ni en la crisis asiática de los 1990 se produjo la erosión en la confianza de los mercados que experimentamos en estos momentos», añadió Rhodes.
«Los responsables de diseñar las políticas mundiales tienen que moverse con rapidez», destacó.
Dijo confiar en que la serie de principios anunciados este viernes por el Grupo de los Siete (G7) países más industrializados – EEUU, Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia-, vaya acompañado por acciones concretas de forma inmediata.
«Lo que es importante es la acción, no las palabras», señaló el alto ejecutivo de Citibank, quien indicó que en una situación como la actual es mejor pecar por exceso que por defecto a la hora de intentar restaurar la confianza perdida.
Por lo demás, el IIF pronosticó que los flujos privados de capital hacia los mercados emergentes caerán un 31% este año, hasta los 619.000 millones de dólares, y se contraerán alrededor de un 9% adicional en el 2009.
Según la asociación, los flujos hacia los mercados emergentes se mantuvieron altos en los últimos 15 meses, pero los indicadores sugieren que «han caído de forma muy acusada en semanas recientes».
