(PD).- Apenas unos minutos después de que Sarkozy anunciara los acuerdos del Eurogrupo para afrontar la crisis financiera, un satisfecho Zapatero anunciaba que España suscribirá una de las principales medidas, la de garantizar toda la deuda nueva de los bancos hasta el 31 de diciembre de 2009. El presidente, sin embargo, evitó aclarar cuánto costará la propuesta: «Nadie lo sabe», indicó antes de precisar que se trata de «avales» al sector.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció este domingo que el Gobierno garantizará la deuda nueva de los bancos hasta 2010 con el objetivo de facilitar los préstamos a las empresas y el funcionamiento de la actividad financiera, tal y como se acordó, entre otros asuntos, en la reunión de los jefes de Estado y de Gobierno de los países de la Eurozona.
«El Gobierno pondrá de inmediato en funcionamiento un sistema para garantizar la deuda nueva de las entidades financieras de aquí al 31 de diciembre de 2009 para facilitar la actividad financiera y que se permita dotar de instrumentos para facilitar la tarea de dar créditos a empresas», dijo Zapatero, visiblemente satisfecho, en rueda de prensa en la embajada de España al término de la cumbre del Eurogrupo. «Es una garantía, es un seguro con el que avalamos la deuda que contraigan las entidades», agregó.
El presidente del Gobierno, además, aseguró que este mismo lunes llamará al líder de la oposición, Mariano Rajoy, para informarle de las conclusiones de la cumbre extraordinaria del Eurogrupo. A preguntas de los periodistas, indicó que le telefoneará «inmediatamente, casi con toda seguridad mañana por la mañana para concertar la cita, una vez que los equipos económicos ya han mantenido una reunión», en alusión al hecho de que Montoro y Solbes ya se han reunido. «No será la única» reunión, indicó sin explicar, sin embargo, por qué aprobó el plan de Solbes sin acordarlo antes con Rajoy.
Zapatero, en la rueda de prensa, alabó el «gran consenso» alcanzado en un debate que sólo fue necesario para concretar «los matices». A preguntas de los periodistas, el presidente se aventuró, incluso, a vaticinar la respuesta de la Bolsa a este nuevo intento de Europa de detener la crisis financiera tras la desastrosa semana pasada para los mercados. «Sería conveniente que el mensaje de confianza fuera leído en función de estos contenidos concretos», indicó antes de afirmar que «debe producir efectos positivos» en los parqués. El madrileño, el viernes, fue el más perjudicado en Europa.
Un coste sin definir
En cuanto a los efectos del paquete de medidas en compromisos de la UE como la defensa de la competencia o del límite al déficit público, Zapatero indicó que estos compromisos «tienen que ver con la deuda», y en este campo España «tiene un margen muy amplio».
Zapatero recalcó que el Gobierno se limitará, por el momento, a garantizar el aval a la deuda nueva bancaria hasta finales de 2009 y no se plantea recapitalizar a bancos con problemas como ya han hecho otros países. «Es una garantía, una especie de seguro», explicó el presidente, que afirmó que no tendrá una «cuantía adicional».
La insistencia de los periodistas respecto al coste real de esta propuesta no recibió una respuesta clara por parte del presidente. Indicó que no puede conocerse el importe si se trata de «deuda nueva», y que con la medida lo que «se facilita es que se contraiga».
«Nadie lo sabe», insitió, «lo que queremos es que se mueva el mercado bancario» y que así el crédito vuelva a sus ciudadanos, algo que también se proponía conseguir con el ya conocido como «plan Solbes», aprobado por decreto ley el viernes sin el consenso de los grupos y sin garantías de que tenga algún efecto para pymes y familias.
