La amplia mayoría de los ayuntamientos españoles han hecho uso de su capacidad normativa para hacer frente a la crisis y consecuentemente a su pérdida de recaudación. En medio de todo ello se encuentran inmersos en la negociación de un nuevo sistema de financiación que cubra todas aquellas competencias impropias que han recibido de las comunidades, aunque sin financiación suficiente.
Hablamos de una cuantía en torno a los 7.000 millones de euros al año, según datos de la FEMP y que será uno de los puntos clave en la negociación del nuevo modelo, según publica cope.es.
El brusco frenazo que ha experimentado la construcción, sector de donde proviene prácticamente el 40% de los ingresos municipales, ha provocado que prácticamente la totalidad de las capitales de provincia españolas haya optado por elevar los tipos impositivos de los impuestos sobre los que tiene competencia para hacerlo.
Este es el caso del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), la principal fuente de financiación de los municipios españoles, según se desprende del Ránking Tributario de los Municipios Españoles 2008, elaborado por la Agencia Tributaria del Ayuntamiento de Madrid.
En concreto, 49 de las 52 capitales de provincia españolas ha decidido elevar en mayor o menor medida su tipo impositivo, lo que lógicamente se traduce en una mayor presión fiscal hacia el ciudadano. Tan sólo Lérida, Albacete y Toledo han decidido reducir en alguna medida su tipo impositivo respecto al existente en 2007.
Por el contrario, Salamanca, Castellón y Gerona han sido las tres capitales que realizaron mayores incrementos en sus tipos. La capital salmantina pasó de un tipo impositivo del 0,6% en 2007 al 0,7% , lo que supone una variación del 16,67% . Los castellonenses vieron cómo su tipo se elevó el 10% al pasar del 0,7344% al 0,8078% , mientras que los gerundenses vieron cómo su tipo pasó del 0,82% al 0,8860% , el 8,05% más que el ejercicio anterior.
