(PD).-El Consejo Europeo, que se reúne hoy en Bruselas con carácter excepcional para preparar la cumbre mundial del G-20 el 15 de noviembre próximo en Washington, aprobará hoy un ambicioso plan de propuestas. La reunión del G-20 debe «aprobar un plan de trabajo preciso, que lleve a adoptar medidas concretas y operativas sobre el buen gobierno financiero internacional en un plazo de 100 días», dice el proyecto de conclusiones.
Según publica Expansión, en la cumbre de Washington se deberían definir «las orientaciones inmediatas sobre el buen gobierno financiero, concretar un programa de trabajo para que en un plazo de 100 días se presenten propuestas concretas y operativas sobre los asuntos identificados como prioritarios, y se defina un método de trabajo, para llevar adelante esta reforma».
La tónica general del documento es que la reforma del sistema financiero internacional debe reforzar la regulación y la supervisión, «ninguna institución, ningún segmento del mercado debe escapar a la regulación o la supervisión», dicen los Veintisiete ya en las primeras líneas del documento.
Vigilancia efectiva
Para lo cual hay que «asegurar una vigilancia efectiva de todos los actores financieros, así como las agencias de calificación crediticia, o los fondos de efecto palanca, en todos los territorios, incluidos lo centros off shore», según estos principios generales.
También se refiere a la «armonización de las normas prudenciales de la banca» y las de «los actores regulados para evitar conductas de dumping que afecten a la estabilidad financiera internacional».
El nuevo capitalismo mundial deberá basarse en la transparencia y la responsabilidad, en las operaciones financieras y de titulización. Habrá que revisar también, «los dispositivos que incitan a una toma de riesgo excesivo» y evitar una concentración exagerada en el corto plazo y favorecer más los imperativos a largo plazo, sobre todo en la «remuneración de los operadores de mercado».
