(PD).- Sacyr sigue negociando la venta de su participación en Repsol con la rusa Lukoil. Tras plantear un nuevo reparto del accionariado para asegurar la españolidad de la petrolera, ahora le toca al gigante mover ficha y decir sus condiciones. Y la primera de ellas es el precio, con una rebaja de hasta el 30% de su oferta inicial.
Explican Rubén Esteller y Lorena López en El Economista que en un primer momento, parece que el grupo que preside Vagit Alekperov ha accedido a rebajar sus pretensiones en el accionariado y en lugar de tener un 29,9% del capital tan sólo adquirirá un 20%.
Pero esta concesión también tiene su precio y los rusos ahora descartan ofrecer los 28 euros para ejecutar su desembarco. La nueva oferta se sitúa en una cantidad notablemente inferior y que se baraja que puede oscilar entre los 22 y 25 euros. No obstante, el precio mínimo para Sacyr se sitúa en los 20,9 euros.
Los socios ya han hecho las cuentas para que la constructora que preside Luis del Rivero no salga mal parada de esta rebaja. En principio, esta nueva oferta de Lukoil no resultaría dañina para su balance, ahora que ya ha conseguido vender su filial de concesiones Itínere a un fondo de infraestructuras del banco estadounidense Citigroup.
Este nuevo escenario se produce después de que los socios de Repsol plantearan a Lukoil que sólo se hiciera con un 20%, tal y como adelantó ayer elEconomista. De este total, Sacyr le vendería un 10% y el otro 10% que adquiriría Lukoil lo pondrán encima de la mesa La Caixa, que se desprendería de más de un 6%, Mutua Madrileña (2%) y Caixa Cataluña (1,62%o).
Tras estas operaciones, Sacyr se quedaría en el capital, con el 10% restante de su participación, de cara a seguir beneficiándose de su dividendo, mantener la cuenta de resultados y ayudar a garantizar la españolidad de la petrolera que preside Antonio Brufau. Junto a la constructora, harán las veces de posición de bloqueo La Caixa, con un 7,7%, y el grupo mexicano Pemex, con un 4,9%.
En total, forman un 22,6%, frente al 20% de Lukoil y serviría para obstaculizar cualquier decisión del grupo ruso que pudiera poner en peligro la seguridad del suministro, ya que además existe el blindaje estatutario del 10% e incluso la acción de oro de YPF.
