Zapatero piensa en Almunia y Vegara, como recambios para los quemados Solbes y Sebastián

Zapatero piensa en Almunia y Vegara, como recambios para los quemados Solbes y Sebastián

(PD).- Hemos tocado fondo, pero ahora estamos escasrbando. Y el presidente zapatero, que nego hasta la saciedad la crisis, no encuentra una medida eficaz. Tiene que lanzar cortinas de humo y una, que casi siemopre funciona, es cambiar caras y nombres en el gabinete.

Como subraya Marta Yoldi en El Economista, la situación de la economía española, que le está desgastando políticamente a pasos agigantados, va a tener consecuencias para el Gobierno, que asiste a una fuerte embestida en las encuestas del Partido Popular un día sí y otro también.

Zapatero, que en las últimas semanas se ha visto obligado a tomar las riendas en materia económica y que ha llegado a confesar «que se siente solo», podría estar barajando, según aseguran fuentes cercanas al presidente, acometer en las próximos meses una remodelación de su gabinete por la que dos de los responsables del área económica, el vicepresidente segundo, Pedro Solbes, y el ministro de Industria, Miguel Sebastián, tendrían, a día de hoy, todas las papeletas para concluir su etapa gubernamental. Como sustitutos, tres nombres: Joaquín Almunia, David Vegara y Emilio Ontiveros.

La remodelación del Ejecutivo podría llevarse a cabo después de las fiestas de Navidad y con el inicio las elecciones autonómicas y europeas como fecha tope. Y es que Zapatero quiere guardarse un as en la manga si el deterioro económico continúa al mismo ritmo que hasta ahora.

Descontento presidencial

El descontento de Zapatero con Pedro Solbes y con Miguel Sebastián tiene distinto signo. Mientras que al ministro de Economía le considera quemado y sobrepasado por los acontecimientos, al titular de Industria le tiene por «un error».

Sobre este último, y según ha podido saber elEconomista, el propio presidente ha comentado a su círculo más cercano que su nombramiento como ministro «ha sido una equivocación». Miguel Sebastián, amén de sus constantes desencuentros con la vicepresidencia económica desde 2004, tiene una vinculación con poderes económicos «que no es bien vista en el partido». La influencia de este catedrático y economista, ajeno al aparato del partido, nunca fue del agrado de gran parte de los políticos socialistas de carné ya desde que fuera fichado como asesor por Zapatero para diseñar las líneas económicas del programa electoral para los comicios de 2004.

En cuanto a Pedro Solbes, el agotamiento está servido. La falta de iniciativa política del ministro de Economía y Hacienda ante la situación -es un rumor muy extendido ya que las ideas anticrisis de más calado están saliendo a raudales del departamento que dirige Celestino Corbacho- es comentada incluso entre sus propios colaboradores. Las últimas apariciones de Solbes muestran a un hombre cansado, sin pulso y «al que no le sale ni la voz», según han señalado las mismas fuentes.

La salida de Solbes del Gobierno podría tener cierto parangón con la de Jesús Caldera en su momento por los motivos de fondo: ofrecer un chivo expiatorio a la opinión pública.

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