(PD).- Las empresas españolas empiezan a apretarse el cinturón ante la severa crisis que azota a todo el planeta, incluyendo España.
La primera en tomar cartas en el asunto ha sido la petrolera Repsol YPF, que ha anunciado un ambicioso plan de ahorro ante la crisis de hasta 1.500 millones de euros en 2009 e que incluye, entre otras medidas, la congelación salarial a todos los directivos, en concreto a 300 que son los que componen la cúpula multinacional, incluyendo su presidente, Antonio Burfau, tal y como recogen varios medios de comunicación españoles.
Brufau comunicó esta decisión a la plantilla y directivos el pasado viernes a través de una misiva en la que justificaba esta decisión ante el “escenario global de crisis extremadamente extendida y profunda, y ello nos obliga, como gestores y empleados de una gran empresa como la nuestra, a concienciarnos de las actuales dificultades del entorno y a fijarnos nuevas metas de mayor exigencia y responsabilidad».
ULTIMATUM DE ECUADOR A REPSOL-YPF
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, dio el sábado un “ultimátum” a la petrolera hispano-argentina Repsol-YPF y le exigió que retire una demanda ante la Corte Internacional de Arbitraje Relativas a Inversiones (CIADI), según informa Efe. Correa, en su habitual programa de radio y televisión de los sábados, indicó que esta semana se reunió con directivos de Repsol, a quienes les dio un «ultimátum» para que atiendan su exigencia, si pretenden seguir con su operación en Ecuador.
«Tuvimos una reunión de trabajo con Repsol para poner un ultimátum… no me gusta esta palabra, (se trata de) un ‘hasta aquí, no más’, a esa empresa, porque nos tiene con un arbitraje en el CIADI», informó Correa. El mandatario enfatizó que, si Repsol quiere seguir con su operación de extracción de crudo en Ecuador, que «retire el arbitraje», pero si sus directivos deciden mantener la demanda en el CIADI, entonces «se van del país».
«Se tomaron algunas definiciones contundentes y esperamos en los próximos días (un pronunciamiento de la compañía). Por nosotros que se quede; Repsol es una compañía muy seria», remarcó Correa, tras destacar la actitud de esa petrolera, que ha colaborado con las comunidades donde se asienta su campo petrolero.
«Yo recibo cartas de comunidades indígenas de la Amazonía, pidiendo que no se vaya Repsol, que es una de las compañías que más ha cumplido con los compromisos, más ha cuidado el medio ambiente», admitió el mandatario.No obstante, subrayó que Repsol debe también «cumplir con el Estado. No puede estar en un Estado que está demandando en el CIADI; al menos, este Gobierno no lo va a permitir».
«Estamos renegociando el contrato con Repsol, pero nos retira o, al menos, suspende, ese arbitraje en el CIADI» para mantener sus operaciones en el país, remarcó Correa.
Repsol-YPF opera en la Amazonía de Ecuador el campo Tivacuno y los denominados bloques 14 y 16, con una producción de 6,6 millones de barriles en 2007 y unas reservas probadas de crudo de 15,2 millones de barriles.
La petrolera hispano-argentina mantiene una demanda contra el Estado ecuatoriano por la aplicación de una ley, aplicada en 2006, que suponía la entrega al Estado de la mitad de los ingresos adicionales obtenidos por el alto precio del crudo que se registraba entonces.
Además, la petrolera mantenía tres demandas ante el CIADI contra la petrolera estatal ecuatoriana, Petroecuador, por desacuerdos sobre obligaciones mutuas, que fueron retiradas en septiembre pasado.
El Gobierno de Quito y Repsol-YPF, asimismo, negocian el cambio del contrato de «participación» con el Estado, por otro de «servicios».
El petróleo es el principal producto de exportación de Ecuador, que extrae unos 500.000 barriles diarios de crudo, el 65 por ciento de los cuales pertenece al Estado y el resto se reparten una decena de compañías privadas.
Los ingresos que generan las exportaciones petroleras, financian el 35 por ciento del presupuesto del Estado ecuatoriano, que es el quinto producto de crudo de América.
