(PD).- Más de veinte millones de parados hacen temblar al gobierno chino- Los despidos colectivos se producen sin reglas, como exlica Federico Rampini de La Repubblica.
Gran parte de las personas que de los campos se habían trasladado a las ciudades se han quedado sin trabajo.
El empobrecimiento de los obreros despedidos tiene un efecto en cadena sobre las familias campesinas. El 65% de la renta de estas familias procedía de las remesas de los emigrantes y de quienes se habían trasladado a las ciudades.
El ejército ha sido movilizado por el riesgo de revueltas populares, que ya se produjeron a finales del pasado año en la región industrial de Guangdong. Los despidos colectivos se producen sin reglas.
Perdido el trabajo, los trabajadores que se habían trasladado de los campos a las ciudades no perciben subsidio alguno de desempleo ni asistencia sanitaria. Su exasperación podría unirse a otro frente de malestar: el creciente paro intelectual, que afecta a las jóvenes generaciones instruidas de las grandes ciudades.
El fin del ‘sueño chino’ para las jóvenes generaciones es desestabilizador para el régimen.