(PD).- Escribe José María Triper en El Economista que es «secreto a voces». Las relaciones entre Zapatero y su vicepresidente económico, que nunca fueron muy estrechas, han entrado en un proceso definivo de ruptura.
El jefe del Gobierno, desbordado por la crisis y cansado de la falta de respuestas y el derrotismo que aparenta Pedro Solbes, está decidido a buscar una alternativa más ilusionante y que le permita afrontar con garantías las elecciones europeas de junio.
El «hombre tranquilo» como se definía el jueves el propio Solbes, firmó su sentencia el mes pasado cuando confesó públicamente que el Gobierno estaba agotando los instrumentos de lucha contra la crisis y que no había más alternativas. Una declaración de abandono e impotencia que acabó con la paciencia de sus muchos detractores en la Presidencia del Gobierno.
Desde entonces, las cosas han ido cada día a peor. La economía española confirmaba oficialmente su entrada en recesión, los indicadores de producción marcan mínimos históricos y el desastre de los casi 200.000 nuevos parados en enero amenazan con llevar al vicepresidente a la jubilación anticipada.
Almunia no quiere ser el relevo
De hecho, Zapatero ha ofrecido ya la vicepresidencia segunda del Gobierno a Joaquín Almunia. No es la primera vez que lo hace y tampoco es la primera vez que recibe la misma negativa del comisario de Asuntos Económicos de la Comisión Europea. Almunia no quiso entrar en el Gobierno después del 9 marzo ni tiene intención de hacerlo ahora.
Por eso, el presidente ha dirigido su mirada a la cantera y en ella emerge como nueva figura deslumbrante el secretario de Estado de Economía, David Vegara, que se ha ganado la confianza de Zapatero y que aparece ya en todas la quinielas del PSOE como el hombre del cambio en Economía para conducir la salida de la crisis.
Sebastián y Álvarez también caerían
Pero la cabeza de Solbes no sería la única que Zapatero estaría dispuesto a cortar para inyectar savia nueva en el Gobierno y recuperar la confianza que pierde por momentos. Las de Miguel Sebastián y Magdalena Álvarez también están en el filo de guillotina y son muchos los «barones» del PSOE que apuestan a que rodarán junto a la del vicepresidente económico.
Para sustituirles, dos nombres se destacan en las apuestas y en las preferencias: Javier Gómez-Navarro y Pepe Blanco.
