(PD).- En plena campaña electoral, Solbes y Pizarro se vieron las caras en la televisión. El ministro de Economía hizo lo que estuvo en su mano para ganar. Sobre todo, mentir. «Hablar en estos momentos de crisis es un poco prematuro». «Hay cierta desaceleración». «No estamos tan mal»… Era el 21 de febrero de 2008 cuando Pedro Solbes valoraba así la economía española. Pizarro, menos ducho en las bajas artes políticas, perdió. Pero tenía razón.
El periódico La Razón desglosa algunos aspectos de dicho debate en los que Solbes trató de vender optimismo, aunque finalmente el tiempo los ha puesto en su sitio.
REPRODUCIMOS A CONTINUACIÓN LOS ARGUMENTOS DE FERNANDO CANCIO EN LA RAZÓN
Crecimiento económico
El ministro se jactaba de que España venía creciendo hace un año a un ritmo del 3,8 por ciento, augurando que a finales de 2008 sería de media del 2,7, y añadía, irónicamente, que «si crecer a un 2,7 es crisis…». Su optimismo chocaba con el pesimismo de Pizarro, quien advertía de que «por debajo del 3 por ciento habrá problemas con la subsistencia de los sistemas de protección social, no generaremos empleo ni crecimiento ni superávit…». Y aquí, la realidad habla por sí sola, pues el crecimiento anual ha sido de 1,2 por ciento, con la salvedad de que en los dos últimos trimestres hubo decrecimiento. Por ello, el 31 de diciembre de 2008 la economía entró en recesión.
A su vez, las previsiones de mejoría varían con el tiempo. Si hasta hace poco la luz al final del túnel llegaría a finales de 2009, ahora el Ejecutivo la retrasa a 2010.
Empleo
Durante el debate, Solbes puso sobre la mesa 3 millones de empleos creados desde 2004, lo que tachó de «espectacular», e hizo hincapié en la reducción de la precariedad y el aumento del empleo permanente. Pero Pizarro le advertía de que ya había 2,3 millones de parados y que la cifra aumentaría. Y no se equivocó, porque en 2008 se sumaron a las listas del paro un millón de personas y ya se contabilizan 3,3 millones, la cifra más alta de la historia, con una tasa de desempleo del 15 por ciento. Pero, por si no fuera suficiente, las previsiones apuntan a que a finales de año podría llegar a 4 millones.
Inflación
Es uno de los puntos en los que el Gobierno podría felicitarse, si bien es cierto que la mejoría en este punto no depende estrictamente de la gestión llevada a cabo por los socialistas durante estos años. Pizarro se quejaba el día del debate de que se situaba en un 4,3 por ciento, «la más alta de la UE». Actualmente está a un 0,8 por ciento, entre otras cosas por la bajada del precio de los combustibles y la recesión de la economía mundial, aquélla a la que el presidente Zapatero culpa siempre de la crisis española y de la mala situación que vive la economía nacional.
Productividad
Era de un punto hace un año y Solbes prometió aumentarla tras jactarse de la mejoría desde 2003. Si bien ha crecido hasta el 2,5 por ciento, no puede analizarse como dato positivo, pues el aumento se debe al incremento de ciudadanos en paro y a la menor actividad.
Comercio exterior
Solbes señalaba que España es el único país que no ha perdido cuota de mercado de exportación, al tiempo que aseguraba que «no estamos tan mal. Hemos mejorado mucho». Y apuntaba que el sector exterior traerá grandes beneficios para la economía. Sin embargo, las exportaciones han caído un 7,9 por ciento en el cuarto trimestre del pasado 2008 y las importaciones un 13,2. Pero a su favor está el hecho de que el comercio exterior no ha restado crecimiento a la economía española.
Afiliados Seguridad Social
Pizarro avisaba a Solbes de la situación que se avecinaba, cuando en febrero de 2008 ya había 247.000 afiliados menos. Se quedaba corto entonces el candidato popular, pues en la actualidad suman ya 600.000 los ciudadanos que no están afiliados.
Situación económica
Solbes volvía a desbordar optimismo. Frases como «Hablar en estos momentos de crisis es un poco prematuro. Lo que hay es cierta desaceleración» o «La situación no es un riesgo, es una gran oportunidad. España saldrá reforzada», llenaron las intervenciones del vicepresidente, que parecía no querer escuchar las alertas de su contrincante. Pizarro le avisaba de que aumentaría el número de parados y de que la situación empeoraría todavía más. Finalmente ha sido el tiempo el que ha obligado al Gobierno a admitir que España se encuentra en crisis, con un déficit galopante. Y lo peor está por llegar.
Confianza ciudadana
«La confianza de los ciudadanos, se mire como se mire, está decayendo, se tome el CIS, el ICO, Eurostat…». Pizarro destacaba que los españoles estaban cada vez más preocupados por la situación económica del país. Sin embargo, Solbes trataba de vender una falsa tranquilidad. Incluso, señalaba que un 80 por ciento de los trabajadores habían mejorado su situación. Pero los datos de las encuestas salen de nuevo en su contra. En febrero de 2008, el barómetro del CIS hablaba de un 81 por ciento de ciudadanos que calificaba la situación económica que vivía el país de regular, mala o muy mala, una cifra que ha subido hasta el 94,8 en el último estudio del pasado mes de enero. De ellos, hace un año tachaba la situación de muy mala un 10,8 por ciento, mientras que ahora son un 26,9 por ciento. Es más, a dos de cada tres españoles el presidente les inspira ya poca o ninguna confianza. Eso sí, Pedro Solbes ya advirtió de que daba «un valor relativo a las encuestas».
Deuda Pública
En la actualidad, las agencias han advertido al resto de los países de que España no es tan solvente para hacer frente al pago de los intereses de la deuda pública, rebajando por ello la fiabilidad, aunque todavía se mantiene cerca de máximos. Sin embargo, el vicepresidente se mostraba bastante satisfecho con la situación y no auguraba problemas en relación con este punto. Para este año, con el plan de rescate del Gobierno, podría alcanzar el 47 por ciento del PIB.
